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financiero

Alivio financiero ante la crisis

Texto: Monica Briançon Messinger

Muchas empresas, especialmente las micro y pequeñas, que dependen de sus ingresos diarios, están a punto de colapsar. Pero puede haber una salida.

“Este señor que ven marchando por la democracia no es cochala, ni chapaco, ni colla o camba. Es brasileño y también mi papá. Su empresa, NetPizza ha acatado el paro desde el primer día mientras muchos restaurantes de la competencia buscaban la forma de funcionar, aun sabiendo que esto le podía llevar a la quiebra. Me dijo que era más fácil perder todo y comenzar nuevamente en otro lugar que hacer funcionar una empresa en la dictadura”, comienza su relato Amples Regiani, quien a pesar de toda la convulsión lo último que está dispuesto a perder es la esperanza de crecer.
Señala que NetPizza, en Santa Cruz, tiene 62 empleados, todos registrados por ley y realiza sus aportes a la AFP, pero no sabe si podrá seguir abierta luego de las pérdidas generadas por los 21 días de paro.
“Infelizmente, dice Regiani, no está solo, seguramente muchas otras empresas pequeñas y medianas como restaurantes, ferreterías, librerías, tiendas de ropa, entre otras están pasando por el mismo problema”.
Recomienda que “si van a salir a comer y comprar en los siguientes días recomiendo hacerlo en este tipo de empresas que no han tenido ninguna oportunidad de generar ingresos en el paro y que son fuente laboral de muchas familias”.
El empresario automotriz, Juan Carlos Márquez, de Quantum Automotores, añade que en estos momentos es muy complicado que la gente piense en comprar bienes de capital, que primero compra artículos de primera necesidad como leche o jugos, por lo que las ventas de los autos eléctricos se han detenido.
Casos como éstos se vienen multiplicando y es probable que para fin de año algunas empresas cierren, otras se declaren en quiebra y algunas opten por otro tipo de soluciones. Una de ellas viene del sector bancario.


Apoyo bancario
A finales de octubre, la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) emitió un comunicado donde indicó que la banca —como parte de la actividad cotidiana de la sociedad— está empeñada en que los consumidores financieros y el público en general sean lo menos afectados frente a las dificultades que plantea la actual situación.
En concordancia con ese primer enunciado, continuaba indicando que “los bancos reiteran su entera predisposición para apoyar y atender los requerimientos y necesidades de sus clientes, y coadyuvar en superar las dificultades por las que las personas y empresas podrían estar atravesando para cumplir con sus obligaciones financieras oportunamente”.
Para entender aún más el significado del comunicado, el Secretario Ejecutivo de Asoban, Nelsón Villalobos, desglosó estableciendo que el análisis de estos aspectos, es decir, las dificultades para el pago de sus deudas, es realizado por cada entidad financiera.
Agreaga que “como entidades reguladas por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), las instituciones se adecúan a lo que establece la normativa y la regulación emitida por el Supervisor”.
A su vez, cada uno de los bancos que forman parte del sistema financiero boliviano cuenta con políticas internas, las cuales responden a lineamientos de administración interna, lo que implica que el tratamiento de los casos puede diferir, más aún cuando la situación de cada prestatario es particular.
Los casos particulares tienen que ver no sólo con créditos productivos, sino también con los de vivienda. En el caso de Vanessa Sanjinés, ella manifiesta que pudo realizar el pago del crédito de su departamento porque está usando los recursos que obtuvo mediante su finiquito y que es posible que pueda seguir honrando la deuda hasta fin de año, aunque no sabe qué podría suceder en 2020.
Otro caso es el de Sergio Portanda, quien está cancelando la deuda asumida por la compra de un automóvil. Él obtuvo el crédito como empleado dependiente, por lo que no cree que un plan de repago de deuda se aplique a su caso.
Al de Portanda se suma el de una empresaria del rubro editorial quien observa un panorama económico muy difícil. Exterioriza que no cerrará su empresa porque sus empleados dependen de ella, pero no vislumbra una solución fácil.

Antecedentes
Si bien el marco histórico para este tipo de determinaciones demuestra que en otras ocasiones se ha producido un nuevo plan de pagos, no se tiene registros de casos similares como el que ha vivido Bolivia durante 21 días de paro.
Villalobos, entonces, se remite a la regulación emitida por la ASFI que prevé que las entidades financieras pueden efectuar la reprogramación créditos cuando la capacidad de pago de los prestatarios se ve afectada por situaciones adversas, realizando una nueva evaluación de la situación económica de cada prestatario.
Por lo tanto, subraya, el análisis de créditos con problemas no es un tema ajeno a la banca.
“Han existido coyunturas de distinta naturaleza u origen que afectaron a distintos sectores, distintas áreas geográficas, a particulares o tipos de crédito a causa de eventos adversos, por lo que los bancos cuentan con políticas y personal calificado para realizar una evaluación de los cambios que pueden afectar la capacidad de pago de los prestatarios y evaluar con ellos las distintas alternativas para hacer frente a estas contingencias, razón por la que es necesario realizar un análisis de cada caso”, indica el secretario ejecutivo de Asoban.  
Finaliza explicando que en su momento y para atender a los requerimientos de sus clientes, al tiempo de precautelar la seguridad de la población en su conjunto, se encuentran a disposición del público las plataformas de banca por internet, banca móvil y cajeros automáticos.

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