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BILLETES

La Nueva Familia de Billetes está a punto de completarse

Los nuevos cortes son los primeros que emite el Estado Plurinacional de Bolivia; las series ingresan a circulación cada tres meses y se busca evitar su falsificación.

Faltan apenas dos meses para que la Nueva Familia de Billetes (NFB) quede completa con el ingreso del nuevo billete de Bs 200. Hace un año, el pasado 10 de abril de 2018, en Palacio de Gobierno, se presentó al nuevo billete de Bs 10 y cada tres meses se han introducido al país los de 20, 50 y 100.

Toda la familia de billetes tuvo un costo de $us 38,9 millones, por la impresión de al menos 671 millones de piezas. Las series ingresaron cada 90 días y dependiendo del corte de billete, cada pieza tuvo un valor de entre Bs 0,39 y Bs 0,47, teniendo un promedio de Bs 0,42, según la información proporcionada por el Banco Central de Bolivia (BCB).

El presidente del BCB, Pablo Ramos, recordó que el proceso de emisión de los nuevos billetes atravesó por varias fases, entre las que destacó el inicio de otra etapa dentro de la nueva organización del Estado, la necesidad de cambiar de familia luego de más de 30 años de vigencia de la anterior y la demanda que surgió del crecimiento de la economía.

Entre los objetivos que se persigue con esta NFB está luchar contra la falsificación, ya que se incluirán elementos de seguridad de última generación, de fácil identificación y difícil imitación por los falsificadores.

Se incluye en los nuevos billetes a personajes históricos, animales en peligro de extinción, imágenes de sitios patrimoniales y naturales, con representatividad nacional, regional y de género, y tendrá elementos táctiles como la impresión en alto relieve, que facilitará su identificación para los invidentes.

 

Viejos y nuevos billetes

En el marco de la Constitución Política del Estado (CPE) y la Ley 1670 del BCB, este ente emisor tiene la atribución exclusiva de autorizar la emisión de billetes y monedas, a lo que se suma la función de retirar de circulación aquellos que estén deteriorados o en mal estado. 

Debido al uso intensivo de los billetes, con el tiempo sufren daños o desgastes que los inhabilitan para circular, por lo cual deben ser retirados por las Entidades de Intermediación Financiera (EIF), sin que esto signifique que pierdan su valor. 

Por esta razón, desde el 2009 el BCB implementó el Abanico del Grado de Deterioro de los Billetes de Boliviano, como una guía para que los cajeros clasifiquen los billetes desgastados o dañados y los reemplacen por otros. 

Sin embargo, ningún billete sucio o deteriorado pierde o perderá su valor, sino que las EIF tienen la obligación de recibirlos en cualquier transacción que se realice, incluso un billete al que le falte una parte tiene pleno valor, siempre y cuando conserve las dos firmas y uno de los números de serie, puede ser canjeados en cualquier EIF.

La impresión de los nuevos billetes, de acuerdo con la resolución de adjudicación de la licitación pública internacional 001/2016, fue a favor de la empresa Oberthur Fiduciaire SAS.

En Francia, la impresión se lleva a cabo en Chamalières, en el departamento de Puy-de-Dôme, región de Auvernia, no muy lejos de Clermont-Ferrand.

El material, como el de los anteriores billetes, es 100% algodón. Los colores predominantes se mantienen iguales a los de la anterior familia, es decir rojo para el de 100, morado para el de 50, anaranjado para el de 20 y azul para el de 10, por lo que es muy posible que para el de 200 el tono sea ocre.

En mayo de 2016, el anterior presidente a.i. del BCB, Marcelo Zabalaga, informó que se pensaba construir la nueva familia con la inclusión de un billete de Bs 500, con lo que los integrantes pasarían a ser 20 millones (3%) billetes de 500, 56 millones (8%) de 200, 220 millones (32%) de 100, 66 millones (10%) de 50, 138 millones (20%) de 20 y 191 millones (28%) de 10.

La vigencia de la  antigua familia de billetes, es de casi tres décadas; su última emisión fue en 1987, y supera ampliamente la duración recomendada por otros bancos centrales que es de 10 a 20 años, según informa el BCB.

 

En otros países

El cambio de los billetes no se está produciendo sólo en Bolivia. En Argentina se hizo desde el año 2016, según el diario El Cronista, y durante todo el 2017 se imprimieron billetes de alta denominación para abastecer la demanda de efectivo, la reposición de circulante deteriorado y contar con una reserva apropiada de resguardo por 237.500 millones de pesos.

Los nuevos billetes que emite el Banco Central de la República Argentina (BCRA) no tienen figuras políticas y, en su reemplazo, se eligieron animales de la fauna argentina. El BCRA con este cambio procura también un punto de encuentro en el que todos los argentinos puedan sentirse representados en la moneda nacional.

Brasil tiene en el billete de 2 reales a la tartaruga marina. Colombia hizo el cambio en 2012 bajo el concepto de biodiversidad y destaca sus paisajes. Chile tiene al guanaco en el de 1000.

Dentro del contexto mundial, muchos de los bancos centrales de los países cambian sus billetes cada 10 ó 12 años, esto permite que haya menores índices de falsificación y los ciudadanos tengan más confianza con el uso del dinero en efectivo”.

Monica Briançon Messinger

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