Pasar al contenido principal
IBO BLAZICEVIC

IBO BLAZICEVIC, PRESIDENTE CÁMARA NACIONAL DE INDUSTRIA:

"El coeficiente de industrialización está estancando en 16% del PIB"

Los industriales bolivianos, a través de su máxima instancia representativa, tratarán de mejorar las relaciones con el Gobierno, además de ser más pragmáticos y propositivos.

El contrabando, la informalidad y los elevados incrementos salariales son algunos de los temas que más preocupan a los industriales bolivianos.

Sólo como un dato de referencia que muestra la situación en la que se encuentra el sector empresarial privado boliviano, en el primer trimestre de 2019 las utilidades de las principales 65 empresas de Bolivia descendieron un 16%.

Sobre la situación actual de la industria nacional, su nivel de desarrollo, las preocupaciones y las tareas que quedan pendientes, habla el nuevo presidente de la Cámara Nacional de Industria (CNI), Ibo Blazicevic, en entrevista con LIBRE EMPRESA.

 

¿Cuál ha sido la evolución que ha tenido la industria boliviana en los últimos 50 años?

En los últimos 66 años el coeficiente de industrialización está estancando en 16% del PIB (Producto Interno Bruto), tanto en el periodo estatista, neoliberal y plurinacional. En este contexto, la Cámara Nacional de Industria plantea su propuesta de Política Industrial para lograr una industrialización superior al 20% del PIB.

El sueño de Bolivia sigue siendo la industrialización. 

 

¿Cómo evalúa la actual situación de la industria en Bolivia, tomando en cuenta los grandes cambios registrados en lo económico, social y político en los últimos 13 años?

La economía boliviana pasó del super ciclo de precios de los commodities a un proceso de ralentización de la actividad económica. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2019 las utilidades de las principales 65 empresas de Bolivia descendieron 16%.

Asimismo, la economía plural ha enfatizado en las empresas públicas, antes que en las empresas privadas. 

Hoy existe una ventana de oportunidad que es que el Estado sea promotor de la inversión privada antes que competidor para continuar con tasas de crecimiento superiores al 4,5% del PIB.

 

¿Cuáles son los principales factores que frenan o impiden un mayor crecimiento o desarrollo del aparato industrial boliviano?

Son cinco: 1) El contrabando, que representa alrededor de 2.300 millones de dólares año, y el comercio informal; 2) La tramitología, puesto que el empresario tiene que gastar entre 91 a 200 días para realizar trámites en las instituciones nacionales y subnacionales; 3) El incremento de los costos laborales. Bolivia es el quinto en Sudamérica con el salario mínimo más alto y el último en productividad laboral; 4) Los costos tributarios, Bolivia está entre los países con la mayor presión fiscal en Sudamérica; y 5) La falta de incentivos a la inversión privada manufacturera. 

 

¿Qué gestiones ha venido realizando la Cámara Nacional de Industrias con el actual Gobierno en procura de mejorar las condiciones de trabajo de las empresas industriales del país?

En los últimos meses, la CNI viene en diálogo con el Ministerio de Desarrollo Productivo y en este sentido ha participado en la Cumbre Industrial realizada en Cochabamba el 27 y 28 de junio. 

En la cumbre propuso luchar contra el contrabando, implementar un 30% del aguinaldo para compras Hecho en Bolivia con la billetera móvil, implementar el Kiosko Verde en el tema Medioambiental y cambiar los timbres en las bebidas por sistemas QR y hologramas.

La CNI planteó su propuesta de política industrial para Bolivia. 

 

¿Cuáles son las principales tareas y gestiones que tiene previsto realizar Usted a su paso en la presidencia de la CNI?

En primer lugar, trataremos de mejorar las relaciones de la Cámara con el Gobierno, creo que es importante empujar la agenda de los industriales bolivianos y acercarnos para que los problemas que viene confrontando la industria se puedan solucionar en el marco del diálogo. Hemos vivido un período en el cual no hubo acercamiento. La Cámara se ha distanciado mucho y ha sido tremendamente crítica a las políticas del Gobierno, eso no ha contribuido a los industriales en Bolivia para llevar adelante iniciativas o aprobar algún beneficio para los industriales. 

Vamos a tratar de ser más pragmáticos, porque no somos políticos, sino industriales. Seremos propositivos y trataremos de conseguir sensibilizar al Gobierno sobre las ventajas del desarrollo industrial.

Aprovecharemos las buenas relaciones que tenemos para hacer planteamientos. Creo que entre los temas que más preocupan a los industriales en Bolivia están en primer lugar el contrabando, por lo que vamos a influir en el Gobierno para mejorar los controles del contrabando. 

Trabajaremos con la Aduana para que se cambien los actuales timbres de importaciones y los reemplace por códigos QR; intentaremos hablar con todos los actores: el Ejército, la Aduana Nacional de Bolivia, el Viceministerio de Lucha contra el Contrabando y otros, a fin de que la mirada no sólo esté puesta en la frontera con Chile, sino también en el resto de los 7.700 kilómetros de frontera que tiene Bolivia.

 

Hay quienes dicen que ser un industrial en Bolivia es cada vez más difícil, que es mejor dedicarse a otros rubros o negocios. ¿Qué opina al respecto?

Ser industrial es creer en el desarrollo de Bolivia, es producir y agregar valor, generar empleo digno y sostenible y contribuir con impuestos al Estado. 

 

¿Cuáles son en estos momentos los principales sectores industriales en Bolivia y cuáles son los que tienen un enorme potencial para desarrollar a futuro? 

En el sector industrial existe un desarrollo ponderable en el rubro farmacéutico, como también en bebidas y alimentos. Los sectores que están en problemas mayores son textiles y muebles.

 

¿Qué le puede decir, finalmente, a esos jóvenes que creen tener pasta de emprendedores. Les aconsejaría dedicarse al rubro industrial? Por qué?

La actividad industrial requiere de alta innovación, investigación y desarrollo para lograr resultados positivos. Bolivia tiene un alto potencial para emprender actividades. 

 

¿Finalmente, qué otros temas son de preocupación de la Cámara Nacional de Industria?

La lucha contra el contrabando y otro tema importante es reducir la informalidad en Bolivia. Vimos con preocupación que el Ministerio de Trabajo decía que hay 22.800 empresas que han pagado el segundo aguinaldo, de las 23.000 inscritas en el ROE. Esto significa aparentemente un gran éxito; pero cuando comparamos la base del registro de comercio de Fundempresa, que muestra en febrero 318.000 empresas y solamente están registradas casi 23.00 para pagar el doble aguinaldo, nos parece realmente una cantidad insignificante que no llega ni al 7%. 

Esto muestra una situación preocupante y que hay una gran informalidad en Bolivia; porque si comparamos el registro de comercio donde el 80% de esas 318 mil empresas son unipersonales y de ahí probablemente un 70% no tengan empleados, este registro debía superar las 80.000 empresas y no llegar a 23.000, eso nos muestra que no estamos compitiendo en igualdad de condiciones.

Otro tema importante es trabajar en una política salarial con la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) a la cabeza de Luis Barbery, para evitar los incrementos salariales que se vienen anunciando por encima de la reposición del valor por efecto de la inflación. 

Vamos a tratar que los incremento salariales no sean excesivos y, además, algo muy importante, que vengan acompañados de una mayor productividad laboral, toda vez que Bolivia está en la cola de productividad laboral en Latinoamérica y en el puesto 8 de países que mejor pagan sueldos.

En Portada