Pasar al contenido principal
TREN

Cifras y sueños del Tren Metropolitano

 A $us 447,1 Millones asciende la inversión en este proyecto para cubrir cerca de 43 kilómetros, interconectando 6 municipios del valle bajo y central de Cochabamba.

Cuando en 1994 sobrevino la Capitalización de las empresas estratégicas de Bolivia (YPFB, ENTEL, ENDE, ENFE, LAB) y con ello la venta de la Empresa Nacional de Ferrocarriles (ENFE), bajo el subterfugio de ser “capitalizada”, el gobierno del MNR aseguró que el país estaba realizando el mejor negocio de su historia. 

Bolivia vendía el 49% de sus acciones a empresas transnacionales, pero mantenía la mayoría accionaria. Una fuerte inversión de capital extranjero –supuestamente- robustecería a las empresas capitalizadas y se generarían mayores empleos y bienestar social en el país. Pero el negocio planteado y ejecutado “contra viento y marea” por el “emenerrismo” no duró mucho en demostrar que era un “castillo de naipes”, una fábula bien escrita por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada que no tuvo final feliz.

Aunque muchos se opusieron, nadie imaginó que a partir de la Capitalización nunca más circularían los trenes por “la llajta”, medida que dio paso a la postergación, por más de dos décadas, de la actividad productiva de los pueblos que vivían de la línea férrea, desde Tacopaya hasta el cono sur cochabambino. 

 

La actualidad

Dignificar el servicio del transporte público en Cochabamba y dar lugar al renacer de los trenes es el propósito que hoy encierra la ejecución del Tren Metropolitano, un proyecto lleno de cifras y de sueños para los cochabambinos.

En 1995 la empresa estatal de ferrocarriles, ENFE, pasó a manos privadas y se capitalizó en la suma de $us 39.104.000 (muy por debajo de su precio base de licitación de $us 53 Millones) y a partir de 1996 el sonido del tren y el humeante correr de sus vagones ya no atravesarían los fértiles valles cochabambinos bajo el argumento de que esa ruta (Red Occidental) era poco rentable. Así se aniquiló y postergó la vida productiva de varios pueblos de “la Llajta”.

A 22 años del silencio de los trenes, hoy se reactiva un proyecto de transporte férreo, un servicio de transporte público para la zona con mayor densidad demográfica de Cochabamba (Más de 900 mil habitantes) con una inversión de $us 447,1 millones, 11 veces más de lo que demandó la capitalización de ENFE.

Un total de 375 kilómetros comprendía toda la vía férrea en Cochabamba cuando entonces operaba ENFE, de ese total 35 kilómetros se rehabilitarán y el resto (8 kilómetros aproximadamente) se construirá como nuevo trazo para la Línea Amarilla del Tren Metropolitano.

Se trata de una obra que ejecuta el Gobierno central a través del Ministerio de Obras Públicas Servicios y Vivienda. Para hacer realidad este mega proyecto, se contrató a la Asociación Accidental Tunari, una sociedad conformada por la empresa española JOCA y la suizo-alemana Moliani, que tiene a su cargo consolidar la vía del tren que abarca un total de 42.7 kilómetros de extensión.

El moderno sistema de transporte masivo considera poner en servicio las tres líneas del servicio del tren eléctrico hasta el año 2020: Rojo, Amarillo y Verde. La línea Roja comprende 5,5 kilómetros y comienza de la Estación Central de San Pedro en la ciudad de Cochabamba hasta la zona de sur de la Facultad de Agronomía de la UMSS; la Línea Amarilla se conecta desde Cochabamba hasta Sacaba por un tramo de 10 kilómetros y la Línea Verde de 27,10 kilómetros que atraviesa todo el valle bajo para conectarse hasta el Municipio de Sipe Sipe atravesando los municipios de Colcapirhua, Quillacollo y Vinto.

 

Ejecución del proyecto

Varios frentes de trabajo se encargan de la ejecución del proyecto que tiene un14% de avance físico, según informó Domingo García, Gerente General de la Asociación Accidental Tunari, tras asegurar que en esta primera etapa se trabaja intensamente para poner en operación la Línea Roja para septiembre del próximo año.

Según la planificación, el tendido de rieles está previsto para mediados de noviembre, faenas que implican el colocado de rieles sobre placa de hormigón, explicó el vocero técnico del proyecto, Ariel Torrico.

Torrico mencionó que el mejoramiento de plataforma es una asignatura a cumplirse durante la primera fase del proyecto, tarea que se puede verificar en el valle bajo, desde Sipe Sipe hasta Quillacollo. En ese tramo, poco más de 10 kilómetros están consolidados y actualmente se desarrollan obras civiles en la zona de Viloma construyendo las fundaciones para la plataforma del puente férreo, con pilotajes de 35 metros de profundidad aproximadamente. Su habilitación está prevista para el primer trimestre del siguiente año.

Otra obra importante a desarrollar en la Línea Verde será la estación de Colcapirhua, la misma que será posible gracias a la cesión de un importante espacio realizado el Gobierno Municipal respectivo para una estación intermedia.

Se informó también que el tren eléctrico tendrá 42 paradas, una por kilómetro, para el buen uso del servicio a la población en horarios establecidos.

Otra frente de trabajo está en el puente férreo sobre la Av. Ayacucho en la ciudad de Cochabamba. Según cronograma, esta obra debe estar habilitada antes de las fiestas navideñas.

Otros obras civiles de importancia serán: La construcción de un puente sobre el río Rocha, la estación de la Facultad de Agronomía y la Estación Central donde también se planifica instalar los talleres y cocheras.

 

Construcción de trenes

La fabricación de los trenes está a cargo de Standler a través de la Asociación Accidental Tunari y el arribo de los mismos (de dos en dos) está previsto para mediados del próximo año desde Bielorusia.

Se informó que los 12 trenes circularán por las tres líneas, dependiendo de las “horas pico” y los sistemas de operación que tendrá ese moderno sistema de transporte de pasajeros.

Un tren completo tiene 33 metros de largo, cada módulo es de 11 metros de longitud; los tres módulos serán ensamblados en Cochabamba y tendrán capacidad para transportar a más de 200 personas.

 

Ejecución presupuestaria

Para este año, el Ministerio de Obras Públicas prevé una ejecución financiera de más de Bs. 1.300 millones considerando el anticipo que se ha dado a la empresa (20%), esto representa aproximadamente $us 180 millones; el año 2019 se ejecutarán $us 200 millones y el siguiente el saldo.

La recuperación de este servicio será la antesala al resurgir del servicio de trenes en Cochabamba, más aun con la construcción del Tren Bioceánico, un megaproyecto que encara el Gobierno central, en coordinación de cinco países (Perú, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay). Pero este proyecto debe contarse por cuerda separada, pues se trata de una obra de mayores proporciones que pondrá a Cochabamba en el mapa del desarrollo productivo de Bolivia y -de consolidarse- escribirá una nueva historia en el comercio externo global.

Actualmente, un pequeño simulador del tren eléctrico visita todos los municipios que se beneficiarán a futuro con su servicio. 

Hoy los niños que visitan el simulador del tren eléctrico se llevan de recuerdo un hermoso tren de cartón para armarlo y jugar con él con la ilusión de pasear en uno real el año 2020, cuando este transporte vuelva a recorrer el valle cochabambino.

Edwin Carpio San Miguel

En Portada