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LOS TAJIBOS

Los Tajibos está listo para la dura competencia

Con una inversión de $us 5 millones concretada en 2017, el hotel ícono de Santa Cruz ha realizado importantes cambios, entre los que destaca el nuevo lobby.

Durante las últimas décadas, Santa Cruz se ha consolidado como la región de mayor crecimiento económico de Bolivia, atrayendo no sólo a trabajadores y profesionales en busca de mayores oportunidades, sino también a inversionistas nacionales y extranjeros.
En este escenario, la industria sin chimeneas también se ha dinamizado con la concreción de grandes emprendimientos hoteleros, donde destaca  la presencia de importantes cadenas internacionales, como Radisson, Hilton, el recientemente inaugurado Marriot y otros proyectos que están en construcción: Wyndham y Sheraton.
Frente a esta incursión, con 42 años de trayectoria, el Hotel Los Tajibos, convertido en un verdadero ícono de Santa Cruz, ha desarrollado inversiones superiores a los $us 5 millones en la gestión 2017 en diferentes sectores, siendo uno de los más llamativos el nuevo lobby.
De este tema habló con LIBRE EMPRESA el actual gerente de Operaciones de Los Tajibos, Samuel Doria Medina Monje, hijo del empresario y político del mismo nombre, cuyo grupo adquirió la mayoría de las acciones del hotel en una transacción multimillonaria.
Incursión en turismo
Para el empresario Doria Medina, no es nuevo el turismo, puesto que cuando era accionista mayoritario de la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce), fue uno de los principales impulsores de una campaña denominada “Las Rutas de Soboce”, que mostraba las diferentes regiones turísticas del territorio boliviano, en el afán de fomentar la industria sin chimeneas, por su alto impacto en la generación de fuentes de empleo.
Asimismo, en 2009, decide emprender la construcción del Hotel Andino, en La Paz, que ya lleva más de 7 años. “Estamos convencidos que el turismo desarrolla muchas fuentes laborales, además que la hotelería genera mano de obra boliviana”, explica Doria Medina hijo, ahora radicado en Santa Cruz.
La adquisición de Los Tajibos se produjo cuando su padre se enteró que había un grupo extranjero que estaba interesado en comprar el hotel. En ese entonces se acerco al gerente y el 2015 comenzaron las negociaciones que se prolongaron por un bien tiempo, hasta culminar en octubre de 2016. Por la adquisición de casi el 80% de las acciones, pagó un monto de $us 39 millones.

Los cambios necesarios
El grupo empresarial de Doria Medina tomó la decisión de comprar Los Tajibos, por una parte porque estaba convencido de que es el hotel más grande no sólo de Santa Cruz, sino de Bolivia, con 42 años de trayectoria de constante crecimiento.
Por otra parte, pesó fuerte a la hora de decidir el hecho de que la capital oriental es la urbe de mayor crecimiento no sólo en Bolivia, sino en Latinoamérica, donde cada día, además de una mayor población, hay nuevas inversiones privadas.
Por ese mismo hecho, ante una feroz competencia en hotelería, los nuevos propietarios no dudaron un instante en realizar millonarias inversiones para concretar mejoras en infraestructura, en la gestión gerencial, así como en los servicios al público.
“Ya estamos más de un año y tres meses y durante este tiempo han habido muchos cambios, con una importante inversión de casi 5 millones de dólares en el nuevo lobby, además de haber hecho mejoras y renovaciones en habitaciones, en el aire acondicionado, restaurantes, televisores, servicio de hotel en general”, explica el joven ejecutivo.
Con todos esos trabajos, el 2017 fue un año atípico para Los Tajibos, ya que durante tres meses tuvieron que construir el nuevo lobby, renovar unas 50 habitaciones que tuvieron que estar cerradas, además de trabajar en la mejora de la tarraza durante un mes.

Un llamativo lobby
Los anteriores dueños ya tenían planificado construir un nuevo lobby para presentar una cara diferente del ingreso a Los Tajibos. Al realizarse el traspaso, los nuevos propietarios retomaron el proyecto, manteniendo al arquitecto Juan Carlos Menacho, que trabaja desde hace más de 11 años con la empresa hotelera.
La construcción demandó 88 días de trabajo, que incluyó la demolición, la excavación teniendo cuidado de no dañar los tuberías y cables que pasan por túneles por debajo, relacionados al aire acondicionado, gas y otros. El mayor reto fue que el huésped no sienta el perjuicio.
En estas obras de alto participaron durante algunas semanas más de 200 personas, entre la renovación de las habitaciones, construcción del lobby y otros.
Otro de los retos en el diseño y construcción del lobby fue mantener el mural que se convirtió en una muestra tradicional de Los Tajibos, además de mantener la esencia tropical del lugar.
En cuanto a la cocina, se hicieron cambios en dos meses, con $us 200 mil de inversión, además de renovar el equipo de chefs a la cabeza de Pedro Navarro, proveniente de La Paz.
También se tiene previsto realizar un relanzamiento de Jardín de Asia, después de haber resideñado Piégari, su otro restaurante. En total, en el área de cocina trabajan unas 100 personas en el Hotel, que sube 150 incluyendo a los dos restaurantes.

La competencia
Doria Medina Monje es claro al afirmar que si bien la oferta hotelera está creciendo para brindar al público más camas y más habitaciones, el mercado no lo está haciendo al mismo ritmo.
Por ello, señala, “no salimos al exterior a vender el Hotel Los Tajibos, sino vendemos Santa Cruz, por eso necesitamos trabajar entre todos, alcaldías, gobernación, sector privado”.
Pese a la aparición de grandes, modernos y millonarios hoteles de gigantes cadenas internacionales, Los Tajibos en infraestructura sigue siendo el más grande de Bolivia y muy probablemente el de mayor ocupación y facturación.
“Nos hemos preparado en 2017 para competir, en los servicios somos únicos en lo que hacemos, trabajamos mucho en mejorar todo para nuestros huéspedes”, concluye Doria Medina Monje.

Samuel Doria Medina Monje es economista, con estudios en Indiana, USA. Siempre vivió en La Paz y ahora radica en Santa Cruz, donde conoció a la que sería su esposa, con la que tiene un hijo llamado también Samuel, el cuarto con ese nombre en el linaje.

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