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PUENTE DE URUBO MAS GRANDE

El Urubó a media máquina

Las empresas que mueven millonarias inversiones en mega proyectos inmobiliarios dejaron de emitir sus campañas publicitarias a través de los diferentes medios de comunicación.

Desde que en julio de 2017 la Gobernación de Santa Cruz emitiera la Pausa Administrativa, con el fin de proteger la zona de recarga de los acuíferos, las obras comenzaron a avanzar a paso lento en el Urubó, pero el cierre temporal del único puente, registrado en marzo pasado, fue la gota que provocó que el negocio inmobiliario en torno a esa región quede casi estancado.

En lo que va de este año, las campañas publicitarias de los mega proyectos urbanísticos y venta de lotes, en los medios de comunicación televisivo, radial, escrito y digital cayeron a los niveles más bajos, según se puede constatar en el espectro mediático y por versiones de los agentes inmobiliarios de la capital oriental.

Como se conoció en su momento, la Gobernación de Santa Cruz decidió prolongar hasta fin de este año la Pausa Administrativa en la zona de Urubó y en ese marco lanzó una licitación con el objetivo de realizar un estudio técnico legal de los impactos ambientales generados por la expansión urbana en esta área.

El argumento de las autoridades es que se trata de una política del Gobernador Rubén Costas, el precautelar el medio ambiente, y en ese sentido lanzaron un estudio técnico legal de los impactos ambientales generados por la expansión urbana en la zona, que tendrá el mismo impacto de la auditoría.

El estudio técnico permitirá determinar, cualificar y cuantificar los impactos ambientales generados por la expansión urbana en el Urubó, que comprende los municipios de Porongo, La Bélgica y Portachuelo y Colpa Bélgica, en una extensión de 100.000 hectáreas.

El alcance del proyecto contempla realizar estudios ambientales, geológicos, hidrológicos, crecimiento urbano, análisis legales de los procesos de aprobación de los proyectos urbanísticos.

 

El único puente

La problemática suscitada por la dificultad en el ingreso a la exclusiva zona del Urubó, municipio de Porongo, vecino de la zona Noroeste de lo que sería el quinto anillo de la urbe cruceña, debido a que su único puente estuvo en reparación, llamó en su momento la atención y encendió el debate.

El Urubó está compuesto actualmente por una treintena de condominios y urbanizaciones en los que casi todo ha sido construido por el sector privado, desde el puente de ingreso hasta las vías. 

A consecuencia del cierre temporal del único puente, la Alcaldía de Porongo ha puesto entre sus prioridades la construcción de un nuevo puente. El primer y único puente fue inaugurado hace 19 años y entregado al Estado, que debía cobrar peaje para costear su mantenimiento. Después de casi dos décadas, recién se procedió a su mantenimiento.

Sin embargo, la burocracia estatal nuevamente pone un freno a la zona al impedir que se construya otro puente, el Bicentenario, que requeriría una aprobación por su impacto ambiental. Ante ello, el propio alcalde de Porongo, Julio César Carrillo, se puso en huelga de hambre, exigiendo otro puente de acceso.

 

Leve ascenso

A pesar de ser la región donde más se construye en el eje troncal, en los últimos años la capital cruceña estaría sufriendo una leva desaceleración en metros cuadrados construidos. 

La tendencia de 2016 a 2017 decreció de 1.737.794  a 1.408.328 m2, lo que denota una caída del 19%. El dato fue expuesto con motivo de la presentación del Censo de la Construcción del Observatorio Urbano (OBU) de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) realizado por Captura Consulting. 

No obstante, de acuerdo a datos de la Secretaría Municipal de Desarrollo Urbano (Semgur), los permisos para la construcción en el primer bimestre de este año superan el total en 2017. Con datos del Instituto Nacional de Estadística, en la oficina municipal detallaron que en la pasada gestión se emitieron unas 42 autorizaciones, mientras que en enero y febrero de este año se otorgaron 307.

En la descripción de los resultados del OBU se detalló que en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz se contabilizaron 3.499.699 m2 en construcción y que en la capital oriental se concentra más del 40%. En el caso específico de Santa Cruz,  cada año, en promedio, se construyen 1,5 millones de m2. 

Diferenciando las obras entre públicas y privadas censadas en Santa Cruz, los emprendimientos del sector privado superan el 1,2 millones de m2 en 1.145 obras, mientras que en el sector público suman 129.351 m2 y 42 proyectos.

 

Desaceleración

Los empresarios constructores en Santa Cruz creen que la desaceleración de la economía hizo que los empresarios e inversionistas del sector revisen con mayor cautela la edificación de nuevos emprendimientos.

Consideran que el freno en las inversiones y en la toma de decisión en cuanto a modificación y actualización de normativas en el sector público debilitó el dinamismo de actividades en el sector.

Los constructores cruceños, al igual que el resto del país, señalan que debe haber una mayor participación de las empresas constructoras bolivianas, como socios, en los proyectos estratégicos que licita el Gobierno y que hoy por hoy en un 70% son adjudicadas a empresas extranjeras.

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