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JAQUE

Jaque a la carpintería industrial

La ABT aplica una medida que tendrá efecto dominó en el sector de la construcción. Importadores de tableros melamínicos plantean prohibir la importación de muebles chinos para garantizar el desarrollo productivo y las fuentes de empleo del sector.

La carpintería, uno de los oficios más antiguos de la humanidad, atraviesa hoy una situación muy crítica. Así como la ropa usada mató al sector textilero nacional, lo mismo puede ocurrir con el sector de la carpintería artesanal e industrial si el Gobierno no adopta las medidas necesarias para frenar la importación de muebles chinos a Bolivia. 

Esta advertencia se hace más evidente a raíz de una disposición inflacionaria que se origina en la Autoridad de Fiscalización Control Social de Bosques y Tierra (ABT), que a través de la Resolución Administrativa (ABT N° 182/2019) impone a los importadores de tableros melamínicos (Material leñoso, aglomerado con resinas sintéticas y demás aglutinantes) y de puertas y ventanas, el pago de Certificados de Origen Forestal (CFO) por un valor de Bs. 12.200 por 39,9 metros cúbicos de material (un camión).

Esta disposición no es un dardo que apunta a un reducido sector, tiene mayores implicancias y es calificado como “un gasolinazo” a la economía del sector de la carpintería y de la construcción en general. 

Tres jóvenes empresarios que se dedican a la importación de material melamínico y un carpintero industrial califican de atentatoria la disposición gubernamental y anticipan un efecto inflacionario en general.

Grover Guamán, gerente propietario de Multiláminas; Aníbal Pérez Peña, gerente propietario de la Importadora Tablecom SRL.; Alfredo La Torre, gerente de Plena; y Francisco Vaez, gerente propietario de la empresa fabricante de muebles Caoba, expresaron su preocupación por la norma emitida por ABT.

 

Certificado de Origen

Para poner en contexto, Grover Guamán explica que la Autoridad de Fiscalización comenzó a cobrar, desde hace poco más de tres años a los importadores de tableros melamínicos, un Certificado de Origen Forestal (CFO) por valor de Bs 500 y luego lo incrementó a Bs 700. Hace un año duplicaron su valor a Bs 1.500 y desde el 19 de mayo de este año aplicaron un incremento vertiginoso a Bs 12.200, 800% más sin ofrecer en su disposición una explicación técnica razonable que lo sustente ni menos el destino de esos recursos recaudados.

“Son 12.200 bolivianos por 39,9 metros cúbicos de material, esto ha obligado a que los importadores incrementen en Bs 25 el valor del tablero; es un costo fuerte para el cliente, pero también para los importadores. Estamos hablando que por seis camiones de tableros debemos pagar a la ABT 73.200 bolivianos, es decir, más de 10.000 dólares”, hace notar Guamán.

 

Resolución de la ABT

La resolución de la ABT señala: “Que, el Informe Técnico Legal ITL ABT DGMBT N° 075/2019 de fecha 14 de mayo de 2019, emitido por la Dirección General de Manejo de Bosque y Tierra, establece la necesidad de efectuar la implementación de la Subcategoría E11, E12, E13 y E14 dentro de la categoría CFO E, con la finalidad de promover, fortalecer e impulsar la industria forestal comunitaria, micro, pequeña, mediana y grande, de forma integral y demás antecedentes”.

Francisco Vaez, propietario de Caoba, expresa también su descontento. “La situación en la que me encuentro es complicada. Tengo contratos por valor de 1.5 millones de dólares y ahora debo asumir esos costos gracias a la disposición de la ABT. Como puede advertirse, no hay seguridad jurídica para nosotros que elaboramos muebles ni para los importadores ni para los clientes”, resalta el empresario.

 

Efecto negativo

Miles de familias a nivel nacional están siendo afectadas con la medida de la ABT, asegura Aníbal Pérez Peña, de Tablecom, al señalar que en Cochabamba son aproximadamente 15 los importadores que abastecen al mercado con la materia prima a los carpinteros industriales y artesanales y a las empresas constructoras que requieren este material para la construcción de cajonería alta y baja de cientos de departamentos y viviendas de carácter social que se construyen en todo el país.

Pérez Peña aclara que los importadores de tableros melamínicos no le quitan trabajo a nadie, todo lo contrario, proveen un tablero de muy alta calidad parecida a la madera, que le permite al carpintero desarrollar su trabajo sin tener que talar los bosque bolivianos, ya que estos insumos importados provienen –en su mayoría- del Brasil.

“La ABT saca spots señalando que protege los bosques, pero en realidad está haciendo todo lo contrario y más bien está fomentando la tala de árboles, supuestamente comunitarios, en nuestro país y a su vez está ocasionando un efecto inflacionario en el sector de la construcción que el consumidor final acabará pagando o finalmente no comprará lo que generará una contracción en la economía”, sostiene Pérez Peña.

 

Dejar de usar madera

En la misma línea, Alfredo La Torre Heredia, gerente de la importadora de tableros melamínicos brasileños Rede-Pro, recuerda que Bolivia, al ser parte de Mercosur, debe adecuarse a sus acuerdos, por lo tanto, y al igual que los vecinos, debe dejar de utilizar la madera.

“Nosotros somos importadores de tableros melamínicos de muy alta calidad que se comercializan en Estados Unidos y Europa, un tablero que proviene de bosques certificados de Brasil. No vendemos madera, vendemos materia prima para los carpinteros y fabricantes de muebles, para los constructores, pero parece que la ABT no ve la diferencia creyendo que ésta es una medida aislada para nosotros”, dice La Torre.

Por su parte, Aníbal Pérez Peña, gerente de Tablecom SRL, sugiere a la ABT que si realmente al Estado le interesa proteger la actividad de los carpinteros, prohíba la importación de muebles y materia prima provenientes de China. 

Según Perez, incrementar el precio de los CFO´s a los importadores de melaminas no frenará la importación de muebles chinos, más bien la alentará por sus bajos precios. En contraparte, fomentará el desempleo en el sector de la carpintería moderna nacional por sus altos costos como efecto de la medida inflacionaria generada por la ABT.

En este juego del precio más bajo gana China con sus muebles de baja durabilidad y pierde Bolivia con sus carpinteros, emprendedores, carpintería industrial, la construcción y sus consumidores finales.

“Mirar el bosque y no las ramas”, debería ser la premisa de la ABT; sin embargo, su Resolución Administrativa N° 182/2019 es un “cuento chino” que no fortalece al aparato productivo ni protegerá los bosques bolivianos.

 

Golpe a la construcción

“¿Cuál es el sector económico más productivo del país? es la construcción y con esta medida le quieren dar una zancadilla a la construcción”, reclama Alfredo La Torre, gerente de Plena.

Para el empresario, la medida de la ABT es “muy poco inteligente”, ya que con ello se está afectando a uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional como es la construcción, que mueve la banca comercial y los créditos de vivienda social. 

A juicio de La Torre y a partir del precio de nuevo CFO, variarán los precios de la vivienda social con tendencia a incrementarse, más aún si la finalidad de la ABT es fomentar la industria forestal comunitaria para la producción de muebles con madera y no así con tableros melamínicos. 

“Ningún constructor te va a hacer departamentos hechos con pura madera porque la madera es carísima”, afirma al hacer notar que de utilizarse –hipotéticamente- madera para amoblar 120 departamentos en un edificio, los carpinteros no podrían abastecerse con el material y el existente –advirtió- es madera de mala calidad.

Además, señala, no existe carpintería industrial con madera en Bolivia porque la tendencia a nivel mundial es dejar de usar ese material por su alto precio y por responsabilidad ambiental.

“Nosotros importamos materia prima, no importamos árboles y es responsabilidad social de todos los Estados proteger sus bosques, situación que de alguna manera hacemos los importadores de tableros. Alguien me decía que la resolución de la ABT va a generar una minidevaluación; yo no lo creo, estoy seguro”, sostiene.

 

“Compre boliviano”

Los carpinteros artesanales del país se encuentran nuevamente en emergencia y demandan del gobierno una normativa que obligue a todas las instituciones públicas a comprar productos nacionales.

Este sector se congregará nuevamente el próximo 9 de julio en la capital cruceña, enarbolando su propuesta que es respaldada por los empresarios de la cámara forestal y los indígenas.

Los carpinteros lamentan que las instituciones públicas prefieran la importación de muebles chinos frente a los nacionales, situación que les genera falta de trabajo.

“Actualmente, los ministerios, gobernaciones y alcaldías están siendo avasallados por los muebles chinos y esta situación afecta al microempresariado nacional”, dice un dirigente cochabambino.

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