BOA se consolida como la número 2 de Cochabamba

La aerolínea estatal es una de las 15 empresas más grandes del país y la segunda más importante de Cochabamba. Tiene planes de crecimiento y una mayor interconexión nacional.

Al cierre de la gestión 2017, Boliviana de Aviación (BOA) ha transportado a más de tres millones y medio de pasajeros, posee una flota de 21 aviones y realiza más de 115 vuelos diarios, tanto a rutas nacionales como internacionales.

Ha tenido nueve años seguidos de utilidades, el último año la utilidad fue de Bs 53 millones. El negocio es estable y rentable, remarca el gerente general de la aerolínea estatal, Ronald Casso.

En el Ranking de las 250 Empresas Más Grandes de Bolivia, publicado por Libre Empresa, BOA aparece como la segunda en Cochabamba y aparece en el puesto 14 a nivel nacional.

Pero no sólo los fríos números son llamativos por su buen comportamiento, sino, especialmente el logro mayor y es que, como indica su gerente general, ahora cualquiera puede volar, ya que la aviación comercial para pasajeros en el país ya no es vista con los tintes de selectividad que tuvo hace más de una década.

Casso recuerda que la idea inicial fue hacer que el mercado de pasajeros en Bolivia crezca de tal forma que sea posible que fuese más económico, para lo que se hizo una fuerte estimulación de la demanda haciendo más accesibles los precios.

BOA creció más de lo pensado. El proyecto inicial sostuvo la meta de cinco aviones y obtener el 35% del mercado en cinco años, pero llegó al quinquenio con 10 aviones. 

“Hoy tenemos más aeronaves, 21 aviones volando. Pensar en tener 100 vuelos cada día era imposible, hoy es cotidiano. Nos deja con la satisfacción de conseguir los cambios, con una muestra de que se pueden hacer cosas concretas, bien hechas dentro del país”, señala con tono de satisfacción el ejecutivo.

Algo de historia

Por decisión gubernamental, hace 11 años se otorgó al proyecto Bs 114 millones para levantar vuelo. Sólo para tener un parámetro, los impuestos pagados en 2018 llegan a Bs 70 millones. 

Casso sostiene que el Tesoro General de la Nación (TGN) destinó esa suma y la ha recuperado múltiples veces. “Hemos hecho que el negocio sea rentable y beneficioso para el Estado y se han cumplido los objetivos más allá de lo que se planificó y hemos conseguido una transformación. Hasta el 2007 fue un sector deficitario para el Estado porque no pagó impuestos, dejó deudas en AFP’s y en los bolsillos de la gente. Nos hemos vuelto una industria que genera muchos empleos, acá somos 1.700, pagamos impuestos, contribuimos al resto del país, somos un brazo operativo que facilita el quehacer de la economía nacional”, subraya.

En el año 2000 las empresas del sector transportaron 2.1 millones de pasajeros; en  2007, a 2.5 millones, lo que mostró un crecimiento incipiente del sector. En 2009, tras nueve meses de operación, BOA transportó 260 mil pasajeros y en 2017 llevó a 3.6 millones.

En los tres primeros años, se sostuvo una agresividad marcada para estimular la demanda, bajo dos estrategias: más frecuencias y diversidad tarifaria, con lo que explotó el mercado y BOA creció de un año a otro un 58%. “Esos años nos desordenaron por el crecimiento excesivo”, indica Casso.

Empezaron con dos aviones, en un año aumentó a seis y en 2018 la empresa tiene 21. En 2009 efectuaron tres mil vuelos y para 2017 subieron a 48 mil vuelos.

Herramientas propias

La compañía se precia de tener un sistema de control desarrollado por los ingenieros de BOA, llamado Signo, con dos años de operaciones. Gracias a este programa se puede hacer un seguimiento en tiempo real de cada uno de los vuelos diarios, además que crea documentación oficial que genera estadística operacional.

Este programa de control y monitoreo avisa novedades diarias, como cambio de tripulación, combustible en cada avión, pasajeros, carga y emergencias médicas, entre otras.

Otra herramienta es el RP que maneja todos los recursos de la empresa, es un sistema que permite trabajar desde cualquier punto, se hace un login y todos los procesos administrativos que son responsabilidad de la gerencia general, o de otra repartición, aparecen y se realiza el procedimiento correspondiente, con la seguridad que irá al destinatario que debe ir, o seguir el trámite que corresponda.

Sin embargo, el comercio electrónico o E commerce de BOA, es el que produce más alegrías. Casso no oculta su felicidad, dice que los han puesto de ejemplo, porque son de los mayores en Bolivia en cuanto a volumen de ventas. Destaca que el día del Black Friday las ventas por la página web fueron tantas que la página cayó dada la enorme cantidad de gente que entró a comprar. 

“Somos muy intensos. Nuestra página que ha sido diseñada para nosotros, proporciona la mejor tarifa del día y la mejor tarifa de tres días adelante y atrás. Un counter no puede hacer este trabajo. Hay una enorme cantidad de opciones para el pasajero”, subraya.

En cuanto al convenio con American Airlines, indica que les ha abierto varias rutas. Washington es una de ellas. El acuerdo ya funciona sobre todo en la transferencia de pasajeros gracias al convenio.

Planes futuros

BOA debe trabajar en el área interna, para ello su gerente hace una analogía y manifiesta que la aerolínea es un negocio saludable y movido, al igual que un globo, pero de pronto hace tres años perdió aire porque se empezaron a ir los pilotos. Para hacer más fuerte el negocio, pensaron en los factores de producción y para eso inauguraron el Centro de Entrenamiento, donde 30 pilotos se encuentran en entrenamiento permanente, con un simulador que funciona las 24 horas, con instructores de primer nivel. 

“Hemos comprado un segundo simulador, todo digitalizado, de última generación. Eso rellena el globo. El otro componente es el mantenimiento, el año pasado BOA hizo 11 mantenimientos fuera, que significaron 15 millones de dólares pagados a México, Estados Unidos, Brasil y Costa Rica. Soñamos que esa cantidad se quede en Cochabamba, y para eso necesitamos el centro, es un proyecto que vale 15 millones de dólares que nos ha prestado el Banco de Desarrollo Productivo y el primer edificio está en obra gruesa, en el antiguo aeropuerto”, relata Casso. 

La construcción del hangar está en marcha y cuando esté listo podrá atender a tres aeronaves al mismo tiempo. “Es nuestro siguiente desafío. En 24 meses tenemos que tener 150 ingenieros. Hay una demanda mundial gigantesca de pilotos, ingenieros de vuelo”, destaca.

El otro plan es volar a cuatro ciudades intermedias, Riberalta, Guayará, Rurrenabaque y Puerto Suárez. En rutas internacionales, Lima está en la lista, además de Asunción.

Números que hacen a BOA

• 1.700 empleos directos

• 17.000 empleos indirectos

• Base de operaciones: Cochabamba

• Pasajeros transportados en 2009: del 30 de marzo hasta el 31 de diciembre, 260.824 pasajeros

• Pasajeros en 2017: 3.687.539.

• Cada día hace 115 a 120 vuelos; en fin de semana, 135 a 140 vuelos, entre nacionales e internacionales. La gran masa son nacionales.

• Aviones: Casi la mayor parte son Boeing, de ellos nueve son 737-300, cuatro son 737- 700, dos son 737-800 y cuatro son 767, además de dos CRJ que son propios.