Efectos del COVID-19 sobre la economía turística
El sector está sufriendo los embates producidos por la pandemia, sin embargo su capacidad de resiliencia puede revertir su crecimiento negativo con la ayuda de la tecnología.
Por: Osvaldo W. Gutiérrez Andrade, Ph. D
El turismo se presenta como un fenómeno complejo y multidisciplinar que comprende aristas económicas, sociales, políticas, artísticas, antropológicas, medioambientales, históricas, geográficas, educativas, psicológicas, comunicativas que involucra simultáneamente al sector empresarial, al estatal, al no gubernamental, al sector profesional, a las poblaciones que habitan cada destino turístico y a los turistas.
En 2018, según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), se registraron en todo el mundo cerca de 1.400 millones de llegadas de turistas internacionales, lo que equivale prácticamente a la sexta parte de la población mundial. La Organización Mundial del Turismo (OMT) indica que en 2019 se han registrado 1.500 millones de llegadas de turistas internacionales en el mundo. Eso supone un incremento del 4% en la actividad turística, en relación a 2018. Sin embargo las previsiones de crecimiento para este año han tenido una caída dramática debido a la pandemia del Covid-19
EFECTOS SOBRE LA ECONOMÍA TURÍSTICA A NIVEL MUNDIAL
El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) advirtió que la pandemia Covid-19 podría reducir 100 millones de empleos en todo el mundo en la industria de viajes y turismo, y que se tardará al menos un año en recuperarse, contando que el turismo supone el 10% del PIB mundial. Sin embargo no se debe olvidar la permanente resiliencia que el turismo ha demostrado a lo largo de las últimas décadas. El turismo internacional ha experimentado una expansión continua, a pesar de los choques ocasionales, lo que demuestra la fortaleza y resistencia del sector y beneficia a todas las regiones del mundo. El sector solo experimentó descensos en 2003 tras el SARS y la guerra de Irak y en 2009 en medio de la crisis económica y financiera, con una recuperación fuerte y rápida en los años siguientes.
El transporte aéreo internacional fue uno de los ámbitos empresariales más afectado en esta pandemia. En general se pronostica la pérdida de 18.000.000 millones de dólares de pérdida máxima por cada aeropuerto o empresa de servicio transporte aéreo. Los escenarios actuales apuntan a un posible declive de las llegadas de entre el 58% y el 78% para el año. Se espera la pérdida de entre 850 y 1.100 millones de turistas internacionales, la pérdida de entre 910.000 millones y 1,2 billones de dólares americanos en ingresos por exportaciones del turismo.
Sin embargo, en este contexto, también se visualizan algunos aspectos que pueden considerarse potencialmente positivos: fomentar las visitas virtuales, incentivar las actividades de ecoturismo, turismo deportivo; mayores medidas sanitarias en aeropuertos, estaciones de tren y de bus, medidas extras de limpieza en hoteles y otras opciones de alojamiento, medidas de seguridad sanitaría en museos y monumentos, aumento de la demanda de seguros de viajes que cubran posibles pandemias, propuesta de elementos de la gastronomía local que ayuden a mejorar el sistema inmune. Enfocarse principalmente en el mercado digital.
EFECTOS SOBRE LA ECONOMÍA TURÍSTICA LATINOAMERICANA
Entre 2010 y 2018, la región experimentó un incremento cerca del 55% en llegadas de turistas internacionales. En 2019, América Latina (AL) fue también el segundo favorito destino para viajes placenteros entre los locales solo superado por Europa. Estimativamente en 2019 registró la entrada de 120 millones de turistas internacionales que se dejaron más de 100.000 millones de dólares, según cifras de la OMT. Un indicador de la importancia del turismo en la economía y el empleo nacional es el número de arribos turísticos por cada mil habitantes. Uruguay, República Dominicana y Cuba son los que reciben más turistas por habitante. El problema es mayor para México, que es el país que más turistas recibe al año en la región: más de 41 millones de personas, seguido por Argentina y Brasil, que reciben entre 6,5 y 7 millones cada uno. República Dominicana y Cuba muestran una alta especialización en turismo, con 6 y 4 turistas respectivamente por cada 10 habitantes y, a su vez, una cifra de arribos de los 6,7 millones.
El turismo de República Dominicana contribuiría con un retroceso de 2,3% del PIB y Uruguay con 1%. Cuba, Bolivia y Perú siguen en orden decreciente con contribuciones superiores a 0,5%. En el otro extremo, Argentina, Brasil y Paraguay serían los menos afectados; los dos primeros debido a que cuentan con una estructura productiva más diversificada, mientras que Paraguay cuenta con un reducido peso de este sector en la economía nacional. Debido a la pandemia, más de 6 millones de puestos de trabajo están amenazados en la región en el sector turismo. El principal riesgo en magnitud lo corre México, con 2,3 millones de trabajadores en el sector, seguido por Brasil y Argentina con 1,3 y 1,0 millones, respectivamente. Las reservas de aerolíneas con destino internacional hacia otros países desde AL desde enero ha reportado un desplome del 79,6%. A su vez las reservas y cancelaciones de vuelos internacionales con destino a AL está de caída, con el -74,6% para Sudamérica y -82,0% para Norteamérica. Los vuelos están perdiendo cantidades millonarias en vuelos y cancelaciones, esto produce gran inestabilidad para el turismo en AL.
EFECTOS SOBRE LA ECONOMÍA TURÍSTICA EN BOLIVIA
Según Boltur, Bolivia en los últimos años ha ocupado un puesto entre los cinco países de la región con más afluencia turística. Entre 2007 y 2017 el turismo boliviano creció 143% y los ingresos por la actividad turística en esa década se incrementaron de 292 millones a 711 millones de dólares. El turismo en Bolivia a 2019, había tenido un crecimiento favorable, se estima que su crecimiento anual bordeo el 10% y se generó 802 millones de dólares. La llegada del COVID-19 ocasionó una ruptura en la etapa de recuperación en el sector del turismo boliviano y se estima que en Bolivia el mayor impacto negativo será para las 300.000 personas que tienen un empleo directo o indirecto en este sector y para las áreas protegidas, que más del 50% de sus recursos de ingresos derivan de la entrada de turistas.
El cierre de fronteras, a fines de marzo de 2020 disminuyó la demanda de turistas en el país, trayendo consigo una disminución de ingresos en el sector turístico. Empresas dedicadas a este rubro pararon todo tipo de actividad que realizaban, es el caso de las agencias de viaje, las cuales no pudieron ofrecer sus servicios tanto nacional e internacional. Las aerolíneas también se vieron afectadas, ya que no pudieron realizar los vuelos que hacían, provocando así pérdidas turísticas para el país, generando en sus empresas déficits económicos. La cámara hotelera, guías de turismo y asociación de chefs de Bolivia sufrieron pérdidas a causa de la pandemia la cual los imposibilita de trabajar, se informó que alrededor del 95% de los hoteles se encuentran cerrados y con ingresos nulos, lo que tiene como consecuencia el posible cierre de varios hoteles en todo el país.
Son alrededor de tres mil empresas establecidas en el país que se dedican a esta área, es decir relacionadas con agencias de viajes, operadoras de turismo y servicio de hospedaje, en estos centros se aproxima que trabajan cien mil personas en todo el país. Lo que provoca una desestabilización económica ya que este sector está generando escasos ingresos y en consecuencia no tiene cómo pagar sueldos al personal, no podrán cubrir deudas bancarias, ya que, aunque estén fuera de servicio deben cumplir con el pago de sueldos y salarios, pagar servicios básicos e impuestos.
Algunas iniciativas para ir superando esta situación son: colocar precios accesibles a los paquetes turísticos, con ayuda de las tecnologías y las redes sociales mostrar lo que es el turismo en Bolivia y promocionarlo con paquetes especiales, destacando los deportes extremos y las actividades que te mantienen en contacto con la naturaleza.
El autor es Doctor en Ciencias Económicas y docente universitario, Universidad Católica Boliviana “San Pablo” y Universidad Mayor de San Simón. P5 - Proyecto VLIRUOS.
