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Diseño de la planta de Mutún, en Puerto Suárez, frontera con Brasil.

Exportación, un proyecto de largo aliento para el Mutún

El Gobierno estima que entre el año 2030 a 2037 podrían generarse las condiciones para exportar barras de acero de construcción. Se calcula una producción inicial de 194 mil toneladas anuales a partir de 2022 para el mercado nacional.

 

El Mutún no sólo es un proyecto de larga data, sino que su ejecución, puesta en operación y consolidación en el mercado demandará también largos períodos; en tanto, la exportación de hierro aún es incierta. A esta conclusión se arribó tras sostener una entrevista con el Ministro de Minería, César Navarro, quien señaló a este medio que la ejecución del megaproyecto minero metalúrgico será la primera experiencia que encare el Estado boliviano en toda la cadena productiva.

“La única experiencia que tenemos en la producción de lingotes metálicos es con el estaño, en Vinto. Tuvimos experiencias frustradas por malos diseños de planta de plomo y plata en Karachipampa y prácticamente el plomo y el zinc exportamos como concentrados. En cambio, hoy día, estamos estudiando para intervenir en todo el ciclo de la cadena productiva con el hierro”, sostiene la autoridad.

Reactivar el proyecto minero metalúrgico más importante en el oriente boliviano ha sido un acontecimiento histórico que retumbó en los corazones de la población fronteriza de Puerto Quijarro, región en la cual se encuentra el yacimiento.

Luego de casi 50 años de haber sido propuesto como un proyecto estratégico nacional, a fines de enero del presente año se reanudó luego más de seis años de que la empresa india, Jindal, decidiera dejar el país y abandonar el proyecto siderúrgico (julio de 2012).

Hoy, con financiamiento chino, se vuelve a materializar el proyecto que promete generar todo un polo de desarrollo en la zona fronteriza con el Brasil.

 

Ejecución del proyecto

La ejecución demorará 42 meses a partir de enero de 2019, vale decir, que El Mutún comenzará a operar, si se cumplen esos plazos, a mediados del año 2022, según la autoridad gubernamental.

“¿Qué es lo que vamos a construir? una planta de concentración, una planta de peletización, la planta de reducción directa con gas natural, la planta de selección compuesta por hornos de reducción y refinación, una planta de laminación con capacidad de 194 mil toneladas por año que son las barras de construcción, la planta de generación de oxígeno, planta de generación de aire comprimido y la planta de generación termoeléctrica en base a gas natural”, enumera Navarro.

Asimismo, se construirá un acueducto desde el río Paraguay, una  planta de tratamiento de aguas de proceso, laboratorios de control de calidad y los talleres de mantenimiento eléctrico y mecánico, vale decir, todo un complejo productivo capaz para enfrentar un reto de esta envergadura.

La obra contempla varias asignaturas que tomarán un periodo de 42 meses para su ejecución. Entre el mes 30 al 42 se procederá a la capacitación de los profesionales bolivianos en las plantas siderúrgicas de China y México. Asimismo, se estableció que la empresa supervisora del proyecto permanezca seis meses adicionales a partir del mes 42 para que la transferencia del “knowhow” esté garantizada a profesionales bolivianos. 

En concreto, la puesta en operación de la Planta Siderúrgica del Mutún comenzará a mediados del año 2022 con una producción de 194 mil toneladas de barras de acero de construcción al año, cantidad que actualmente representaría el 50% de la demanda del mercado interno.

 

Primero el mercado interno

Analizado el complejo proceso productivo y el saturado mercado del hierro, la estrategia del Estado se respaldará –de inicio- en el mercado interno, al ser éste “su único mercado de verdad”, señala el ministro.

Cinco años es el periodo calculado a partir de 2022 que se tiene planificado para asegurar el mercado interno. “En la primera fase estamos hablando de producir 194 mil toneladas. Tenemos que especializarnos en la extracción, concentración, peletización, transformación, pero además en el transporte y la comercialización del hierro. No son pequeñas tareas, tenemos que asegurar el mercado y para nosotros. El tiempo que ello nos tomaría sería los primeros cinco años, es decir, hasta el año 2027”, precisa.

La autoridad es enfática al señalar que no será nada sencillo abrirse espacio en un mercado cubierto por el acero importado, hecho que implicará trabajar con altos estándares de producción y con calidades óptimas para poder competir, y de manera continua. Por ello, el mercado nacional será el punto de partida que le permita a la siderúrgica nacional –a futuro- avizorar los horizontes del mercado externo.

 

Segunda fase

La segunda fase del proyecto comenzará a partir del quinto año (2027) en adelante. Con la experiencia productiva de transformación, transporte y comercialización, se prevé incrementar la producción a 450 mil toneladas anuales. Navarro revela que la meta es llegar al millón de toneladas para el año 15, vale decir, para 2037. 

“A partir del quinto al décimo año tenemos que estudiar qué mercados externos tenemos para poder caminar con pasos firmes hacia esa meta. Como verá, es un proyecto de largo plazo. La siderurgia constituye el desarrollo industrial de los pueblos y de los Estados y evidentemente existe un múltiple interés y motivación de sectores públicos y privados de participar en él. Hoy, querer pensar que vamos a producir todos los productos derivados del hierro es irreal. Nos hemos propuesto metas tangibles y verificables, no queremos que el Mutún sea un ensayo frustrado”, declaró Navarro.

El proyecto se plasmará en una mini ciudadela que se estima duplicará el número de habitantes de la zona fronteriza, convirtiéndola en un nuevo polo de desarrollo económico.

Recuperar la inversión en el proyecto no es algo que le quite el sueño al gobierno. “Nosotros no estamos pensando tanto en recuperar la inversión, estamos más enfocados en que el flujo de caja del proyecto cubra todas las obligaciones laborales, tributarias, pero también el préstamo adquirido”, confiesa el ministro.

Agrega que la ejecución de la siderúrgica del Mutún se verá reflejada en los efectos multiplicadores que dejará y que –a juicio de los técnicos- será superior a la recuperación de la inversión realizada.

 

Edwin Carpio San Miguel

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