Pasar al contenido principal

Pequeños emprendimientos de poblaciones vulnerables

Un estudio revela, entre varios datos, que el 74% de emprendedores de subsistencia en Cochabamba es de sexo femenino; el promedio de edad es de 38 años; el nivel más frecuente de instrucción es el nivel secundario en un 54%.

El proyecto “Desarrollo Productivo para Emprendedores”, (P5 Proyecto VLIR-UOS) , identificó como principal problema a nivel nacional, la mala calidad de los emprendimientos de las comunidades vulnerables, enfocado en los jóvenes y mujeres, caracterizados por ser de subsistencia y sin perspectivas de desarrollo. Se suma la falta de educación especializada en emprendimiento y el contexto de un ecosistema para el apoyo a los emprendedores subdesarrollados.
A nivel de la ciudad de Cochabamba, la realidad descrita para el nivel nacional, tiene una réplica prácticamente exacta, muchos pequeños emprendimientos citadinos relacionados al rubro de alimentos, tienen estas características: unidades familiares con precaria dotación de recursos, puestos de venta ubicados en la calle con una diversificada oferta de comida rápida accesible a sectores de población de bajos ingresos, altos gastos operativos en relación a sus ingresos, limitaciones estructurales para desarrollar su pequeño negocio, mano de obra calificada pero no debidamente valorada y en su gran mayoría desprovista de conocimientos especializados sobre proyectos, temas administrativos o de comercialización.

El Proyecto 5 (VLIR-UOS Cochabamba) considera que un elemento clave para mejorar la calidad de las iniciativas emprendedoras se relaciona con fortalecer sus conocimientos en las diversas áreas funcionales y habilidades en los negocios. También es muy positivo, para los emprendedores, acceder a conocimiento a través del ecosistema a su disposición. Es decir, desarrollar oportunidades de mejores negocios al tener acceso a cierta información empresarial.

Metodología
El enfoque metodológico del presente trabajo es la transdisciplinariedad. Esta metodología busca el diálogo de la diversidad de saberes humanos. En esta elaboración se dio la participación colaborativa de todos los participantes, en la definición del tema, el problema, objetivos, metodología, desarrollo de la investigación y análisis de resultados. En este trabajo de autoría colectiva, se aplicaron 500 encuestas a pequeños emprendedores, relacionados al rubro de alimentos en los cuatro puntos cardinales de la ciudad y además en el centro de la misma.

Equipo de trabajo
Participaron: Dr. Osvaldo Gutiérrez, docente carrera Administración de Empresas (UCBSP) e integrante del P5 VLIR; Mgr. Jorge Delgadillo, docente carrera Contaduría Pública (UCBSP) e integrante del P5 VLIR; Univ. Vianka Tames, carrera Contaduría Pública (UCBSP); Univ. Andrea Pérez, carrera Contaduría Pública (UCBSP); Univ. Marielle Melgar, carrera Contaduría Pública (UCBSP); Univ. René Cabero, carrera Ingeniería Industrial (UCBSP); Univ. Matías Martinis, Carrera Administración de Empresas (UCBSP); Ing. Emilio Arze (FE Y ALEGRÍA); Mgr. Luis Maldonado (INFOCAL); Dr. Juan Manuel Navarro, docente carrera  Derecho (UCBSP) e integrante del P1 (Vulnerabilidad Social-VLIR); Sra. Silvia Basto (Emprendedora); Srta. Laura Valero (Emprendedora) y Sra. Gisela Fernández (Emprendedora).
Principales resultados. A continuación se describen los principales resultados obtenidos por la aplicación de la encuesta:

Características socioeconómicas de los emprendedores. El 74% es de sexo femenino y el 26% de sexo masculino; el promedio de edad es de 38 años; el 55% es casado, el 30% es soltero y el restante 15% es divorciado o viudo; el tamaño promedio de la familia es de cuatro miembros; el nivel más frecuente de instrucción es el nivel secundario (54%); los ingresos familiares fueron definidos como “medios” por el 70%; los negocios son definidos entre personales (63%) y familiares (35%).

Tipificación de los pequeños negocios. El 87% no está registrado en el Servicio de Impuestos Nacionales; el 75% no está registrado en la Municipalidad; el 82% de los negocios se reconoce como informal, la actividad principal del negocio es pollos (18%), hamburguesas (18%), salchipapas (16%), anticuchos (15%) y otros (33%); el tiempo de vida promedio de los negocios es de dos años; el 54% del financiamiento proviene del “ahorro personal”; dos es el promedio de personas trabajando en cada negocio; la mayoría (75%) indica que sus ingresos son “medios”, el 58% señala que su ingreso es suficiente para cubrir sus necesidades; las horas promedio de atención es de 4 a 6 horas/día, la mayoría (39%) atiende seis días por semana, la principal necesidad el negocio son los clientes (59%), el principal gasto del negocio es “insumos” (74%), el 90% no ha conformado sociedad, el 78% no ha requerido crédito, el 84% indica que el equipamiento es “propio”, el 61% vende en la calle.

Especificidades de la iniciativa emprendedora. El 62% se considera emprendedor; el 75% no tenía experiencia en dirección de personas ni negocios; el 45% considera que la creatividad es importante para el emprendimiento; el 80% inició el negocio por necesidad económica; la principal dificultad para emprender es el financiamiento (37%); el 69%, señala que su factor externo de éxito es tener clientes; el 34% considera que su factor interno de éxito es la organización; el 85% para iniciar su negocio, no elaboró ningún proyecto; el 55% considera que proveyó al mercado un producto oportuno y accesible; el 28% considera que las recomendaciones personales atrajeron a sus clientes; el 69% observa que sus clientes son “todos”; el 62% de los negocios no tiene socios; el 61% considera que su negocio está en crecimiento; el 75% no tiene deudas por su negocio y el 75% quiere y tiene la expectativa de hacer crecer su negocio.

La capacitación
El 83% considera que la capacitación es importante para emprender; el 88% no ha recibido capacitación alguna en los últimos cinco años; las principales áreas de capacitación solicitadas son: administración, ventas, comercialización, finanzas, contabilidad y proyectos; los beneficios percibidos de la capacitación son: mejora de la calidad del producto, incremento en las ventas, abaratamiento de costos y mejor organización. Los argumentos para no haber recibido capacitación son: falta de tiempo, es muy caro, no haber encontrado el curso apropiado y no tener información; el 73% quisieran recibir capacitación; los días preferidos para capacitarse son los fines de semana (67%); el horario preferido es por la mañana (37%); la duración aproximada preferida es alrededor de un mes (70%); el medio de información apropiado señalan son las redes sociales (31%); el 55% tiene disponibilidad de pago para los cursos; el 60% considera que ni el Estado, ni el sector privado o las universidades apoyan en capacitaciones a emprendedores.

Consideraciones finales
Por lo investigado, estos pequeños emprendedores se encuentran insertos en un ecosistema que está integrado por instituciones y organizaciones que tienen variados programas direccionados a fortalecer a poblaciones vulnerables; pero cuyos programas, en general, no son del conocimiento de ellos. Se ha establecido también que la relación entre instituciones o es muy débil o es inexistente; esta situación desfavorece a este segmento de población que no ve en las instituciones un apoyo para sus esfuerzos de llevar adelante un negocio.

Finalmente, afirmar que se logró establecer no sólo un conocimiento mayor sobre este segmento de población vulnerable -el de los emprendedores a cargo de pequeños negocios inclusivos ligados al rubro de alimentos en la ciudad de Cochabamba-, sino que se generó bases para la ulterior formulación de iniciativas de intervención que se dirijan a fortalecer el ecosistema que los cobija y desarrollar de manera articulada estrategias y programas conjuntos (instituciones y emprendedores) que impacten favorablemente principalmente sobre su capacitación en términos de emprendimiento.

Osvaldo Walter Gutiérrez Andrade

En Portada