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Miembros de capítulo ICF Bolivia, en La Paz.

Bolivia forma parte de la Federación Internacional de Coaches

El Coaching Profesional de Calidad es promovido por la ICF, que ahora tiene un capítulo en el país, para promover y regular la práctica de esta profesión en el marco de la excelencia y la ética.

La International Coach Federation o la Federacion Internacional de Coaches fue fundada en 1995 en Estados Unidos y está presente en más de 140 países; sin embargo, no contaba, hasta el pasado año, con una presencia oficial en Bolivia.

Debido a ello, un grupo de profesionales y coaches de esta rama se han asociado para fundar el capítulo en el país que tiene por misión aumentar la conciencia sobre el coaching, regular e impulsar la práctica de calidad, defender la integridad de la profesión y educar a los profesionales continuamente, lo cual garantiza que los coaches de ICF ejerzan con los más altos estándares, explica la vicepresidenta y promotora de esta asociación, Carolina Landaeta,.

“La IFC es la entidad más grande a nivel mundial. Cuenta con una red de más de 34,000 miembros. Muchos de los coaches profesionales del país que tuvieron que salir fuera años atrás  para estudiar esta profesión, ahora lo pueden hacer en el país con escuelas avaladas y acreditadas por ICF, de esta manera reciben su certificación avalada por esta entidad, y asegura una formación con los más altos estándares de calidad, competencias bien adquiridas, además de poseer un código de ética muy bien establecido, que regula muy claramente lo que puede y no puede hacer un coach”, explica.

En muchos países, esta profesión no está regulada, y hay varios casos donde las personas se formaron tomando cursos de corta duración, o mediante el modo on-line (en línea), pero sin contar con el respaldo de organizaciones como esta. De ahí la importancia de tener un capítulo de la ICF en Bolivia.

 

¿Qué es el coaching?

El coaching es un proceso de acompañamiento, si bien no está reconocido como una profesión como tal, es una disciplina que brinda herramientas poderosas que desatan el potencial, desarrollando habilidades y competencias que complementarán el trabajo de cualquier profesional.

Su práctica se confunde mucho y erróneamente con promesas que ofrecen sanar a las personas y, especialmente en esa área, existe en el marco ético un código y terminología que la ICFha implementado y trabajado durante más de dos décadas para que los coaches se rijan bajo este mismo y sean muy precisos a la hora de su práctica, no buscando la “sanación”, sino el acompañamiento de excelencia de quienes solicitan su trabajo. 

No sanamos a nadie, no somos psicólogos, puntualiza Landaeta, añadiendo que el terapeuta irá al pasado, llamará pacientes a las personas con las que trabaja, y en cambio los coaches los llaman clientes y los acompañan desde su situación actual, de su presente, hacia el futuro que quieran alcanzar, hacia un objetivo, o una meta a lograr.

El coaching profesional es un acompañamiento a clientes para inspirarlos y maximizar su potencial y desempeño para alcanzar sus sueños, objetivos y metas.

No es una guía, motivación u orientación. El coach no es consultor, ya que este último dice lo que se tiene que hacer, ya que frente a una serie de problemas, ofrece un abanico de soluciones. El coaching parte del principio de que las personas tienen, internamente, todo el potencial y los recursos para que ellas solas alcancen sus objetivos y metas.

El coach puede acompañar desde un atleta profesional a un empresario industrial.

No todos son coaches, porque partiendo de las bases, un coach profesional es aquel que tiene todas las herramientas y metodología necesaria, que ha seguido un modelo de competencias clave, entre ellas: un código de ética, un contrato y acuerdo específico con el cliente, donde se establecen las condiciones del trabajo, dejándole en claro que de él dependen los resultados y una confidencialidad que impide revelar la información proporcionada.

 

¿Cómo trabaja la ICF?

La ICF tiene muchos programas avalados y certifica independientemente a traves de ellos, se aconseja elegir uno con al menos 100 horas de formación y luego tener las horas de prácticas necesarias, para luego ser reconocido como un profesional credencializado en esta área.

“La ICF certifica y avala programas que tienen una cantidad de horas específicas intensivas, pero lo que define a un coach profesional de excelencia son las prácticas en sus sesiones, bien sea de modo individual o con equipos que le darán horas de vuelo, al igual que un piloto”, señala Landaeta.

El fundador de la ICF fue Thomas Leonard, quien era un coach vanguardista y con una práctica moderna y al fundar esta organización colaboró en sentar las bases deontológicas que, entre otras, delimita lo que puede y no puede hacer un coach, sin meterse en el campo de los psicólogos, terapeutas o consultores.

En Bolivia

El capítulo boliviano comenzó a trabajar su fundación hace cinco años, buscando llegar al número mínimo de miembros fundadores, que son 20, para comenzar sus actividades.

Su presidenta es Jimena Sainz, PCC ( Professional Certified Coach), quien cuenta con el más alto rango en cuanto a credencialización se refiere en Bolivia, y su Vicepresidenta, Carolina Landaeta con credencialización ACC (Associate Certified Coach), porque en esta profesión uno no sólo se certifica sino que obtiene credenciales, haciendo una carrera contínua en este ramo.

El capítulo tiene el respaldo de todo un directorio con base en La Paz, y ser miembro de la ICF es contar con varios beneficios, uno de ellos es que la certificación que se obtiene posee un aval internacional, para ejercer en 140 países, formar parte de una red mundial de más de 34 mil coaches que están repartidos por el mundo, ser formados bajo las mismas competencias, un mismo código de ética y que se comprometen a recibir educación contínua en el área de desarrollo de recursos y competencias.

Se han descubierto muchas prácticas no profesionales en nuestro país como en otros, y por ello la necesidad de regular el correcto ejercio del coaching con el respaldo de esta entidad.

Si bien hace cinco años que se estaba trabajando en la apertura del capítulo, recién en abril de 2018 se logró la apertura, gracias a 26 coaches bolivianos que se unieron como miembros fundadores del capítulo.

“El lanzamiento oficial se realizó en Abril 2018, contando con la presencia de nuestra líder regional Stephanie Norris, quien igualmente nos impulsa y respalda en nuestras gestiones.

Actualmente el capitulo cuenta con más de 30 miembros y 12 coaches credencializados, número que está en crecimiento gracias a las actuales escuelas en Bolivia que avalan y certifican coaches”, finaliza Landaeta.

Para mayor información sobre ICF Bolivia y los programas:

www.icfbolivia.com

Monica Briançon Messinger

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