Cartera creció $us 2.352 millones y depósitos, $us 1.486 millones

El reciente reporte de Asoban indica que los ritmos de crecimiento de la cartera y los depósitos son menores que en gestiones pasadas. Considera importante revisar el marco normativo. El índice de mora se mantiene por debajo del 2%.

La situación de la banca privada en Bolivia marcha al ritmo de la economía nacional de los últimos años, en un contexto de desaceleración económica donde sobresalen ciertas dificultades que enfrentan las entidades financieras por normativas internas.

A octubre de 2018, el ritmo de crecimiento interanual de la cartera de créditos en el sistema bancario ha llegado a un porcentaje del 12%, levemente menor al de gestiones pasadas, al igual que el de las captaciones y depósitos, que en los últimos 12 meses alcanzó un acotado crecimiento de 6,3%, indica un último informe de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban).

De acuerdo con este reporte de la entidad, correspondiente a octubre de este año, la salud del sistema bancario es destacable, gracias a los colchones con los que cuenta, a pesar de las tendencias que denotan algunas variables. 

“Desde la Banca se considera relevante realizar una revisión al marco normativo, de manera que se preserve su sostenibilidad y se continúe impulsando el crecimiento económico”, menciona en su parte inicial el informe de la entidad.

Cartera crece levemente

“Durante 2018, el sistema bancario continuó expandiendo el crédito, principalmente en los sectores regulados, aunque el ritmo de crecimiento registrado en los primeros diez meses del año ha sido levemente menor al de gestiones pasadas. A octubre, la cartera alcanzó a $us 22.184 millones, equivalentes a un crecimiento interanual de 12% ($us 2.352 millones)”, señala el informe. 

Asoban indica que durante los primeros 10 meses del año, los bancos han concentrado sus esfuerzos de colocación en los sectores regulados para cumplir las metas, por ello, “el 60,2% de los créditos fueron otorgados a sectores productivos y de vivienda de interés social”. 

Por otro lado, el ente gremial llama la atención sobre un retroceso de $us138 millones en la cartera de sectores no regulados (comercio, consumo, etc.).

En este crecimiento, la entidad que agrupa a los bancos privados destaca en su informe el impulso brindado al crédito a la vivienda social. “El crecimiento interanual es el mayor al interior de la cartera (28,4%), habiendo alcanzado un saldo de $us 3.099 millones”, indica el reporte. 

De la misma manera, Asoban puntualiza que la cartera de vivienda de interés social “conlleva importantes beneficios en términos de impacto social, pues ha contribuido a reducir el déficit habitacional de un estrato importante de la población”.  

Depósitos y liquidez 

El informe destaca que los depósitos mantuvieron un acotado crecimiento en lo que va este año, lo que, consecuentemente, tuvo un impacto en la liquidez que “continuó reduciéndose”. 

“A octubre de este año, las captaciones alcanzaron $us 24.929 millones, lo que denota un crecimiento de 6,3% en los últimos 12 meses ($us 1.486 millones), dando cuenta de menor dinamismo con relación a las colocaciones. La diferencia de crecimiento entre cartera y depósitos ha derivado en una brecha de $us 1.159 millones”, señala la entidad de los banqueros.

Sobre este punto, Asoban llama la atención, pues “la situación del fondeo se constituye en el elemento de mayor relevancia para la determinación de la expansión de cartera futura, que en los últimos años creció más que los depósitos como resultado de los colchones con los que contaba”. 

Mora en niveles bajos

Para finalizar, Asoban destaca que los indicadores de calidad de la cartera, como la mora, se mantienen bajos. “A octubre de 2018, el índice de morosidad se situó en 1,94%. El volumen de cartera en mora alcanzó $us 431 millones y la cartera vigente reprogramada $us 497 millones, con una tendencia ascendente”, puntualiza el reporte. 

Por otra parte, el índice de cartera en mora desagregado por tipo de crédito da cuenta de incrementos generalizados, siendo el crédito PYME el que mantiene el mayor índice (3,2%), seguido del microcrédito y el crédito de consumo.