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Emprendedurismo e informalidad

Por: Luis Durán Zurita

Desde hace muchos años que los conceptos de emprendedurismo e informalidad  se utilizan frecuentemente en diversas publicaciones, notas de prensa, declaraciones de autoridades y líderes de opinión de nuestro país. Ambos temas son muy importantes y afectan la situación económica de nuestro país.

Para aclarar el contexto, empecemos por definir y ampliar los conceptos principales

Emprendedurismo es “el proceso mediante el cual una persona lleva sus ideas de negocio con la expectativa de convertirse en una actividad económica concreta, rentable y sostenible, que genere empleo y riqueza”. En consecuencia, bajo ese concepto están comprendidos desde los inversionistas en industrias con grandes capitales hasta la microempresaria que abre su puesto de venta de fruta o verduras en la acera de barrio (en la que nadie la controle ni ahuyente).

La economía informal o economía irregular es la actividad económica que es invisible al Estado por razones de evasión fiscal o de controles administrativos Por ejemplo, la venta ambulante o el trabajo remunerado pero no declarado incumpliendo la normativa laboral.

Habiendo expuesto definiciones de los conceptos motivo de este artículo, veamos someramente los antecedentes, situación actual y perspectivas de los mismos.

EMPRENDEDEDURISMO Y FORMALIDAD

Cuando una persona decide que debe obtener ingresos económicos, tiene dos caminos a elegir: Ser dependiente (empleado) o independiente (emprendedor). Históricamente, antes de tomar esa decisión la probabilidad de tener mejores oportunidades laborales depende de las características y nivel educativo de la persona y la demanda del mercado. En consecuencia, los padres de familia en general hacemos todo lo posible por que sus descendientes alcancen el mayor nivel académico posible.

Las ofertas de trabajo que tienen las personas dependientes en Bolivia están en el ámbito formal (con seguro de salud y aportes laborales) y el informal (sin los beneficios que ofrece la formalidad). A menor nivel académico, menor la probabilidad de conseguir empleo en el ámbito formal.

Considero muy importante destacar que los empleadores deben poder reconocer y valorar en su real dimensión que existen dependientes que tienen espíritu emprendedor que los diferencia claramente de los que no lo tienen. En otras palabras, existen empleados que aun sin ser socios (co-propietarios) de una empresa, asumen el compromiso, son leales y hacen propuestas para mejorar la organización. Ese tipo de colaboradores tiene valor agregado invalorable.

Cabe también mencionar que una persona emprendedora no necesariamente debe ser empresaria; sin embargo, para ser empresaria, una persona necesariamente debe tener espíritu emprendedor.

Las personas que eligen ser "independientes", generalmente lo hacen por uno de los siguientes motivos: Consideran que tienen las condiciones para ser empresarios o porque no consiguieron ofertas de trabajo que cubran sus expectativas mínimas. Desde que la tecnología juega un papel importante en la generación de oportunidades de empleo, se dio impulso al concepto de “Start Ups” o emprendimientos nuevo que eventualmente podrían convertirse en empresas en el marco de la normativa vigente.

Las personas que eligen el camino de tener su propio negocio (de forma unipersonal o en sociedad con otras personas), generalmente se plantean el dilema de hacerlo de manera formal o informal. En este sentido, corresponde notar que la formalidad se convierte en sinónimo de legalidad, y para ser legal una empresa debe cumplir con las obligaciones establecidas en el artículo 25 del Código de Comercio que tiene como requisito principales Matrícularse en el Registro de Comercio y Llevar la contabilidad de sus negocios

DATOS ESTADÍSTICOS PREOCUPANTES

En un titular reciente de la agencia de noticias española Europapress, Bolivia es descrita como el “campeón mundial del trabajo informal”, indicando que el 62,3% de la economía boliviana es informal, según un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI), publicado en julio de 2018. Ningún otro Estado del mundo supera al país andino. El segundo de la lista, Zimbabue, registra un 60,6% de informalidad.

Por otra parte, en consulta con jóvenes emprendedores con formación académica de primer nivel que inician nuevos proyectos empresariales bajo la denominación de "Start Ups", dan a entender que mientras puedan evitar ingresar al régimen formal, lo harán.

Las práctica descritas, demuestran que nuestro país avanzó muy poco en desarrollar una cultura tributaria y de respeto a la normativa. A pesar del importante incremento en el número de empresas que obtienen su matrícula de comercio, según datos de Fundempresa, no ha habido avances significativos en la disminución porcentual del índice de informalidad. Continuamos a la cabeza del ranking de paises con mayor índice de informalidad en el mundo.

La noticia fresca para fomentar la formalidad, es el Decreto Supremo No. 4298 del 24 de julio pasado que tiene como objetivo Incentivos tributarios para la reactivación económica y empleo.

PROGRAMA DE CONVERSATORIOS

Considerando la problemática planteada, surge la iniciativa de generar un espacio de diálogo abierto con el objetivo de plantear ideas y propuestas para encontrar soluciones. En consecuencia, la casi centenaria Cámara de Comercio y Servicios de Cochabamba y la Asociación Boliviana de Investigadores Posgraduados (ASBIP) recientemente constituida, han iniciado el programa de conversatorios denominado Emprendedurismo e Informalidad. Los mismos se realizarán mensualmente invitando a líderes del ámbito académico, empresarial y gubernamental a plantear la situación desde su perspectiva y dialogar con la audiencia. El conversatorio planificado para septiembre tratará precisamente las características y beneficios que pueden representar para el emprendedor nuevo la promulgación y reglamentación del DS 4298.

 

Luis Durán Zurita es Presidente ASBIP y Ex Presidente CCSC

 

 

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