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Confeagro da espaldarazo a agropecuarios cochabambinos

Uso de tecnología apropiada, capacitación al personal y expansión vertical de la frontera agrícola son algunos de los elementos que podrían ayudar a que uno de los rubros más pujantes del país eleve un vuelo más alto.

Empujados por la necesidad de crecer en afiliados y aportar al país con productos de calidad exportable, la pujante Confederación Agropecuaria Nacional (Confeagro) y la vigorosa Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) le brindaron todo el respaldo físico y moral a la flamante Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), a la que le auguran un futuro muy prometedor en su propósito de que la Llajta sea nuevamente el “Granero de Bolivia”.

De hecho, el presidente de la Confeagro y a la vez presidente de la CAO, Reinaldo Díaz Salek, observa con buenos ojos el resurgimiento de la CAC, pues considera que es por demás importante prestar todo el apoyo no sólo a esta organización gremial, sino a todo el sector agropecuario cochabambino.

«Estamos contentos que el sector agropecuario de Cochabamba esté surgiendo nuevamente; prestaremos toda la ayuda que esté a nuestro alcance para que podamos irradiar a la CAC el espíritu productivo que tiene Santa Cruz», afirma Díaz Salek en una entrevista exclusiva con LIBRE EMPRESA.

Rememora que Santa Cruz viene liderando la producción agropecuaria en Bolivia, pues en los últimos años produce el 70% de alimentos para todo el país. 

Indica que este dato no es fruto del azar, sino que se ha venido forjando durante las últimas décadas gracias al arduo trabajo del sector que con mucho esfuerzo, imperiosa iniciativa privada y pujanza ha podido salir adelante.

Otro de los factores a los que atribuye el éxito es a la migración que Santa Cruz ha recibido, tanto interna como externamente, lo que ha dado como resultado que “se llegue a forjar un nuevo futuro para ellos con mucho éxito y eso es lo que queremos para Cochabamba”.

 

Cochabamba agrícola

Díaz está consciente que se consideraba a Cochabamba como el «Granero de Bolivia» y que era un centro agropecuario muy importante del país.

Apunta, sin embargo, que la región ha tenido un retroceso en su capacidad productiva, debido al avance de la mancha urbana que ha ido quitando tierras productivas. Este crecimiento ha provocado que las tierras que antes eran utilizadas para la producción agropecuaria, ahora estén destinadas a la vivienda, empero, es de la idea de que, con tecnología, la aplicación de conocimiento y la capacitación se puede volver a retomar el liderazgo que Cochabamba tuvo en algún momento.

Asimismo, sugiere identificar nichos de producción y de mercado en los rubros tanto pecuario como agrícola.

Da como ejemplo la producción de frutas y discurre que Cochabamba tiene un gran potencial, especialmente en el trópico, para su producción. Hace notar que, en cuanto al tema de camélidos, se puede abrir un mercado interesante a nivel de exportación, por lo que cabe identificar cuáles son los rubros en los se puede hacer más competitivo a nivel de mercado interno y con miras a producir excedentes exportables.

“Esa es la gran tarea que tenemos como sector agropecuario nacional, hay mucha expectativa. En nuestro sector hemos visto cómo el sector minero ha ido cayendo, por eso tenemos una gran tarea como sector para elevar la productividad en todos los ámbitos hacia adelante”, subraya el presidente de Confeagro y de la CAO.

Añade que Bolivia debe equipararse a los países vecinos de la región en la producción de ciertos elementos, tal el caso de la papa que proviene de Perú. En este caso específico, la papa boliviana ha perdido competitividad dado que tanto de forma legal como ilegal hay importación de papa peruana que afecta en demasía la producción nacional.

Afirma que no hay otra forma de hacer frente a este problema más que produciendo más y mejor, porque así los productos bolivianos serán más competitivos y podrán hacer frente a los productos de fuera. Agrega que todos los países de la región han devaluado su moneda a cuya consecuencia ingresan a Bolivia productos más baratos como arroz, papa, azúcar y fruta, eso provoca que los alimentos bolivianos pierdan frente a los que vienen de fuera.

 

Frontera agrícola

Respecto a la ampliación de la frontera agrícola, un tema muy candente en los últimos años, el cabeza de sector sostiene que tienen miras a crecer, pero “lamentablemente en la última década no hubo las condiciones adecuadas para crecer a un ritmo sostenido y a paso firme”. La expansión de la frontera agrícola tiene que ver especialmente con el cultivo de la soya, producto que ha sido uno de los responsables de crear y sostener al sector avícola del país.

El consumo de la carne de pollo llega a los 43 kg per cápita anualmente y es el más alto de la región, le sigue de cerca el consumo de la carne bovina que en los últimos años ha crecido, pero poco, pasando de 21 kg a 25 kg, per cápita por año.

Díaz subraya que se ha logrado el crecimiento de los sectores avícola y porcino gracias al crecimiento del sector oleaginoso que ha proporcionado maíz y sorgo además de otros insumos para el crecimiento de éstos.

Sin embargo, el representante de los agricultores y agropecuarios no pierde de vista que el crecimiento del sector debe ser vertical, y para ello es necesario fomentar la productividad.

Explica que el crecimiento vertical se logra aplicando tecnología y con leyes que permitan el uso de elementos biotecnológicos, lo cual provoca un mejor crecimiento de soya y caña de azúcar.

Repite que el país tiene que producir «más y mejor» porque esa es la forma de competir, de generar mayores excedentes exportables y fuentes de empleo, además de divisas por exportación.

Sostiene que «legalmente tenemos la posibilidad de crecer en Santa Cruz casi en un millón y medio de hectáreas más, siguiendo el plan de uso de suelo, es decir, por la vía legal. Nosotros, como sector agropecuario, queremos elevar la productividad y producir más en la misma área y ser más eficientes, sin disminuir la producción”.

Esto aplica «tanto para Santa Cruz como para Cochabamba», por cuanto, lo que hay que hacer es utilizar tecnología en riego y uso de fertilizantes tal como sucede con el caso de la urea que es fundamental para los cultivos, pero no es el único fertilizante. También se debe usar fósforo, potasio y otros elementos fundamentales para la producción agrícola.

Al finalizar la entrevista, Reinaldo Díaz añade que se debe aplicar tecnología tanto al agro como al riego, porque la productividad de la tierra es proporcional al uso del agua, entonces, este uso se mejora capacitando al personal en sus tareas cotidianas del campo.

“Debemos capacitar al personal, a los operarios que están en el día a día, que conocen cómo hacerlo, pero pueden conocer mejores formas de trabajar con el agua; por eso debemos ayudarnos entre todos y al resto de los departamentos, para mejorar la productividad de nuestras tierras y cultivos”, asegura el dirigente sectorial.

Fotos: Luzgardo Muruá
Texto: Monica Briançon Messinger

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