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Experiencias educativas innovadoras para afrontar la enseñanza superior en tiempos de COVID

UNIVALLE, UPB, UPAL y UNICEN han realizado esfuerzos notables para cambiar su sistema de enseñanza y adaptarse a los retos que supone la educación virtual a distancia

Por: Jonnathan Lucero

Fotos: Archivo

Estudiar una carrera universitaria supone un reto económico, emocional y psicológico. Es una etapa de riesgos, retos y alegrías, las cuales culminan con la atención del anhelado título, que abre puertas en el ámbito profesional.

Desde el comienzo de la pandemia, quienes trabajan en las universidades cochabambinas acompañaron a los estudiantes para que pudiesen culminar lo que empezaron, y demostrarles que la aversión a lo nuevo y desconocido se pasa en un par de días.

Varias universidades vallunas, estuvieron atentas 24/7 a los requerimientos de los estudiantes, a la compra de software adecuados para dar clases. La Universidad del Valle, la Universidad Privada Boliviana, la Universidad Central y la Universidad Privada Abierta Latinoamericana abrieron sus puertas para contar sus anécdotas y desafíos, con el fin de que el lector se dé cuenta que la voluntad hace lo que se supone que es imposible.  A pesar de varios intentos de LIBRE EMPRESESA, la Universidad Mayor de San Simón, no respondió a los requerimientos informativos de este medio de comunicación.

LOS RETOS

El rector de la Universidad Central, José Miguel Bustamante, estableció que los retos de la pandemia se sortearon gracias a una rápida reacción de sus docentes y administrativos, que estaban preparados para estas contingencias. “En estos contextos de pandemia, hemos manejado nuestras clases completamente virtuales, con el apoyo de las herramientas TICS, además de apostar por la capacitación docente. Se implementó la educación virtual a fin que se produzca un aprendizaje significativo tanto para una educación asincrónica como sincrónica, donde hay mayor relación entre el docente y los y las estudiantes”.

Bustamante indica que el uso de plataformas virtuales ayudó a que la transición no sea traumática ni para docentes ni para los y las estudiantes. “Utilizamos la plataforma Moodle, porque consideramos que es más versátil que otras y porque otras universidades del extranjero también la han implementado. En nuestro caso, nosotros compramos servidores internacionales para evitar inconvenientes con el uso de megas y datos y los estudiantes puedan acceder a sus clases de manera simple”.

La Universidad Privada Abierta Latinoamericana implementó reformas de forma y fondo para que los estudiantes de pregrado no pierdan sus clases, brindándoles asesoría constante en el uso de plataformas virtuales y acceso a repositorios educativos en línea. Su Rector, Boris Morales Oña, comenta cómo esos cambios y transformaciones fueron asumidos tempranamente por su institución. “Se tenía mucha expectativa de cómo encarar la educación virtual en estos tiempos de pandemia. Esto ha involucrado una transformación por parte de los docentes, en una constante capacitación en el campo tecnológico, que de por sí es complejo, y se hace aún más cuando se debe pasar al aula virtual. Se puede tener mucho conocimiento académico, pero eso debe complementarse con la forma de enseñar, que es distinta en un entorno digital.

Se deben usar recursos gráficos para atraer la atención de los estudiantes y hacer lo mismo que hacían antes sólo con la pizarra y el aula. Con los estudiantes no hemos tenido muchos problemas, porque ellos conocen y manejan de una mejor manera este tipo de plataformas, es decir, ya están familiarizados con éstas. Sin embargo, el problema de la conectividad es central en este aspecto. Es por eso que hemos asesorado a los estudiantes en el uso de las plataformas en caso que no puedan acceder a una clase en vivo y para que tengan acceso a los recursos y materiales que el docente dejaba en éstas. Sabemos que los servicios de streaming son bastante pesados y saturan el internet, sobre todo en las noches, pero supimos manejar e forma oportuna esos inconvenientes”.

La Universidad Privada del Valle invirtió los recursos necesarios para que sus estudiantes accedieran a servicios de clases virtuales acorde a las necesidades de las distintas ofertas que tienen en pregrado. Su Rector, Gonzalo Ruiz Ostria, explica el proceso de adecuación en estos momentos de pandemia. “Desde que empezó la cuarentena en marzo, no teníamos una idea clara de cuál iba a ser el destino de la educación en el país. Sin embargo, nosotros no dejamos de trabajar ni un solo día, porque tenemos un compromiso con la calidad y excelencia académica de los estudiantes. Instamos a los docentes a auge se capaciten constantemente, les brindamos talleres y seminarios virtuales para que puedan rendir en el entorno virtual. Además, a los estudiantes les dimos facilidades de acceso a las herramientas que ofrecemos y así no se pierdan de todo lo que sus docentes y la familia Univalle les puede ofrecer”.

Para la Universidad Privada Boliviana, los contextos de aprendizaje virtual no han cesado durante la pandemia. Éstos se vieron reforzados desde los conflictos sociales y electorales de 2019, cuestiones que su Vicerrector Nacional, Oscar Molina, explica.

“Desde la crisis de octubre y noviembre de 2019, la universidad ha implementado varios mecanismos para seguir con nuestras clases. Sin embargo, ese proceso ha ido evolucionando a lo largo de estos últimos meses, y en estos últimos meses hemos podido implementar un nuevo modelo académico, un modelo innovador que se denomina multimodal, el cual no sólo nos permite cerrar las brechas de la educación a distancia y educación presencial, sino también te da la posibilidad de quedado las condiciones de bioseguridad estén dadas, podamos seguir con algunas sesiones en la modalidad presencial. En particular, cuando hablamos de la generación de competencias, va a ser muy importante el refuerzo de las actividades, por ejemplo de laboratorios, y en ese sentido nuestro modelo académico multimodal nos permite la adaptación y la habilidad, dentro de las características de nuestro país, sino de la universidad y de nuestros estudiantes, a que podamos incorporar estas figuras más adelante”.

PILARES IMPORTANTES

Una universidad que no valora a sus docentes y estudiantes está destinada a ser parte de la historia. No se puede concebir un proceso educativo adecuado y de calidad si no participan de éste los dos eslabones más fuertes e importantes, maestros y estudiantes.

El rector Ruiz Ostria, explica el alcance de la valorización de los docentes y estudiantes para que el éxito del proceso educativo se diera sin problemas. “Hemos dado capacitaciones a nuestros docentes en el uso de la plataforma Microsoft Team, al ver que es versátil e incluye distintas herramientas para la videoconferencia y los repositorios de aprendizaje, para que el estudiante acceda sin ningún tipo de inconvenientes a su clase, al material que le toca y con eso estar al día. Debemos resaltar a nuestros docentes que ahora están pendientes de las necesidades de los estudiantes, contestando correos en la madrugada o entrenándose en el uso de la plataforma para sí brindar una enseñanza de calidad. Y a nuestros estudiantes, quienes la mayoría ha perdido sus empleos o no tienen recursos para pagarlos, hemos hecho diferimiento de sus pagos para que continúen con sus estudios, y de a poco, cuando sea posible, cuando tengan los recursos necesarios, nos vaya pagando sus mensualidades”.

El rector Bustamante, también recalca la importancia que su institución ha dado a los docentes y estudiantes en estos meses de emergencia sanitaria. “Los docentes utilizan Zoom para las clases sincrónicas y el resto se canaliza vía Moodle, porque confiamos en el uso de servidores fiables que adquirimos hace tiempo. Sabemos que estas plataformas consumen demasiado internet y por eso hicimos un convenio con la empresa Tigo para que los estudiantes tuvieran un 20% menos de gasto en megas cuando compran paquetes de teletrabajo y teleeducación mediante esta empresa”.

En el caso de la Universidad Privada Boliviana, el apoyo hacia los docentes y estudiantes se tradujo en capacitaciones y seminarios web para un uso adecuado de sus plataformas y así fomentar la colaboración entre estos dos pilares importantes.

Molina rememora que “desde el año pasado cumplimos con varios procesos  capacitación docente. Obviamente, estos procesos se han ido multiplicando a lo largo de este periodo, estamos en un periodo continuo de formación docente, en el cual estamos transmitiendo a nuestros profesores de las distintas áreas estas competencias docentes que se requieren para la educación a distancia. En ese sentido, tenemos también cursos online disponibles completamente en la nube de tal forma que profesores nuevos o antiguos puedan ir cursando esas capacitaciones, a lo cal le vamos sumando una serie de talleres semanales para que los docentes puedan inmiscuirse mucho más en este tema de la educación a distancia”.

Junto con la capacitación docente, la Universidad Privada Abierta Latinoamericana entiende que sus estudiantes trabajan y estudian y muchos perdieron sus fuentes laborales, por lo que activó algunos beneficios. Según Morales, la deserción estudiantil se minimizó y la permanencia estudiantil impulsó a la institución a salir de esta crisis. “Hemos estado sumidos en una crisis económica que no ha permitido que los estudiantes puedan trabajar. Es por eso que pensamos en la aplicación de planes de descuentos en las cuotas adeudadas en la gestión 1-2020, además de programas de reprogramación en todas nuestras carreras y así alentar a que los estudiantes permanezcan en la universidad. Asimismo, existe un acuerdo con ANUP de brindar un 30% de incentivo a los estudiantes nuevos y regulares, para que en este nuevo semestre existan las condiciones necesarias para que continúen sus estudios”.

LECCIONES APRENDIDAS, FUTURO ASEGURADO

Si bien las universidades del país tuvieron que apresurar la modernización de sus plataformas digitales cuando sucedieron los conflictos sociales del 2019, hoy éstos se profundizan, se renuevan y reforman la Educación Superior en el país. No existe una relación directa entre lo presencial y lo virtual, por lo que todos los actores del sistema universitario se embarcaron en una aventura sin retorno, que de por si deja lecciones aprendidas y retos a futuro para evitar desaciertos, errores garrafales o improvisaciones que puedan dañar este momento histórico.

Bustamante apunta algunos elementos que su institución entendió y ahora los aplica en su modelo educativo en el semestre 2-2020. “La academia y la educación ahora deben ser flexibles, por lo que no se debe confiar en los modos tradicionales de enseñar. A la hora de pasar al aula virtual, tenemos que reforzarlos con herramientas eficaces para cumplir con su cometido. Lo virtual vino para quedarse, por lo que sabemos que este semestre terminará siendo virtual. Es así que, para brindar a los estudiantes una experiencia significativa, contamos con un equipo de profesionales y administrativos a la altura de las circunstancias, el cual ha sabido adaptarse al trabajo colaborativo y a los horarios móviles y flexibles, cosa que antes era impensable. También, ahora, los docentes tienen que ser flexibles en los horarios de clase, puesto que no todos los estudiantes cuentan con el mismo acceso a conectividad de internet por lo que debe estar abierto a consultas y dudas a fin que los estudiantes no pierdan el aprendizaje que la materia les rinda”.

Para la Universidad Privada Abierta Latinoamericana, el elemento central que queda como aprendizaje es la apertura de espacios y entornos de educación flexible, donde los estudiantes tengan acceso a los repositorios, libros, gráficos y experiencias online gratificantes y cumplir con la profesionalización ansiada por quienes se inscriben en estos cursos. Morales añade “la virtualidad se ha convertido en el camino a nivel internacional, a pesar de las diferencias económicas y de conectividad que hay en distintas regiones del planeta, es un hecho que esto va a continuar y se quedará. Los repositorios de aprendizaje en línea se seguirán utilizando, la colaboración en las investigaciones continuará como parte del proceso de formación profesional. Sólo como dato, 280 estudiantes se inscribieron a la Sociedad Científica, eso quiere decir que los estudiantes entendieron que la investigación es el pilar fundamental de sus carreras. Por ende, los estudiantes y los docentes son la base para que funcionemos como uno solo”.

Ruiz apunta “hemos logrado que los docentes asistan a distintos cursos y talleres en línea para conocer las ventajas y herramientas digitales. La educación virtual se queda de ahora en adelante en el país, y por eso asumimos el reto de dar a los estudiantes facilidades de acceso a múltiples herramientas y transitar juntos hacia una profunda reformulación de la enseñanza en el país. Además, con los convenios que hicimos con Google y Microsoft, estamos en constante monitoreo de las actividades de los docentes y estudiantes, haciendo encuestas de satisfacción para seguir mejorando, porque no es un proceso acabado, porque queda camino por recorrer y mucho por seguir avanzado”.

Con la seguridad que las clases presenciales retornarán algún momento, la aplicación de una nueva modalidad académica, como manifiesta Molina, da como resultado que los estudiantes y docentes disfruten de las oportunidades que internet ofrece, al mismo tiempo que aprenden, experimentan y buscan mejoras a dichos procesos. “El tema es que hemos capacitado fuertemente a nuestros docentes y a nuestros estudiantes, con esta incertidumbre que causó la clausura del año escolar, nos ha llevado a implementar programas pre-universitarios mucho más intensivos, de tal forma que  se pueda cerrar la brecha con los estudiantes de esta última promoción. Es así que hemos un programa denominado Prepa 2020, en el cual los estudiantes van a tener la capacidad de reforzar aquellos temas que debían haber sido considerados en esta segunda parte del último año de colegio, y que les va a servir para entrar a la universidad al próximo año, sin esa brecha que pudiera existir”.

Las crisis traen oportunidades, las cuales deben ser aprovechadas al máximo si se quiere crecer y progresar. Se sabe que el año 2020 marcará un hito sin precedentes en la historia económica, política, social y educativa de todo el mundo, más en Bolivia, donde las brechas, las clases sociales y los contextos culturales siguen siendo trincheras desde las cuales los desencuentros se hacen latentes. Sin embargo, como queda evidenciado en las entrevistas a las universidades el tesón, esfuerzo y anhelo de mejores días para el país, se refleja en el sentido de responsabilidad que brindan estas instituciones a sus estudiantes que confían en recibir la formación adecuada para afrontar sin titubeos el presente y futuro que, queda claro, será distinto.

 

Jonnathan Lucero es estudiante practicante de la UPAL y ha realizado sus prácticas guiadas en este medio  de comunicación.

 

 

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