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Claman cambio urgente en las leyes de impuestos

Empresarios, auditores, contadores, académicos, entre otros, exigen que el SIN no sea un ente de extorsión ni de persecución.

Por muy tragicómico que suene, no es descabellado decir que alguien que se atreve a abrir un negocio le teme más al Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) que a la delincuencia callejera, de ahí que surgen voces que proponen cambiar radicalmente las leyes a fin de que, de una vez por todas, el SIN deje de ser un ente de tortura económica y política para los emprendedores.
«Si hay algo que nos ha estrangulado durante todo este tiempo son los impuestos, con una normativa sobre-regulatoria que ha excedido lo racional, lo que ha dado lugar a una demasiada discrecionalidad a la hora de administrar la justicia tributaria», protestó el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Cochabamba (FEPC), Javier Bellot.
De acuerdo con un estudio de Doing Business (Haciendo Negocios) 2019, elaborado por el Banco Mundial, Bolivia posee uno de los sistemas impositivos del mundo más complicados, lo que deriva en una mala aplicación tributaria que a su vez genera cuantiosas multas económicas que laceran a las empresas.
Por su lado, el Ge¬rente General de la Cámara Nacional de Comercio de Bolivia (CNC–Bolivia), Gustavo Jáuregui, tras un análisis sobre el sis¬tema tributario y el Código Tributario vigentes, asegura que no están acordes a la realidad y que estas normas generan un alto índice de mortalidad de empresas formales antes de que cumplan cinco años de existencia.
Basado en datos oficiales, Jáuregui muestra que la tendencia es la creación de empresas unipersonales, el 87% de las inscritas en Fundempresa tienen esta característica, y destaca un trato tributario más acorde a la realidad de los profesionales independientes; sin embargo, observa que los nuevos emprendimientos en lugar de ser incentivados son ahogados antes de madurar. Sostiene que el índice de mortalidad de emprendimientos formales es del 60% en los primeros cinco años.

Contexto
De acuerdo con el presidente del Colegio de Auditores de Cochabamba, Marcelo Vega Ontiveros, «las constantes modificaciones —a veces sin criterio— en la norma tributaria ha afectado radicalmente a las empresas, no solamente en el aspecto tributario, sino en el laboral y jurídico, lo que ha minado su desarrollo normal. Por lo tanto, ha habido una caída en las utilidades y por ende han dejado de movilizar capitales en inversión».
En su criterio «estamos viviendo en un Estado donde hay más multas que impuestos; eso es lo que pasa con la norma tributaria, las actualizaciones, los intereses o las calificaciones quintuplican el impuesto. Esto ha provocado un decaimiento trascendental de las empresas y ha fomentado el mercado informal».
Por su lado, Teresa Mercado Rocha, presidenta del Colegio Nacional de Contadores, señala que se está aguardando que el actual gobierno regularice los impuestos, «que no haya tantas normas, puesto que se saca una tras otra y las empresas no saben cuál acatar».
En ese sentido, señala que las normas son muy burocráticas, puesto que antes de llegar a pagar los impuestos como tal, hay otra serie de normas que cumplir con antelación.
Para Eduardo Peña Crespo, secretario general de la Federación de Profesionales de Cochabamba, el tema impositivo «es un problema muy grande, necesita actualizarse, pero sobre todo ver que los impuestos no sean extorsionadores», indica al tiempo de resaltar que «tiene que haber facilidades para crear las empresas, para ello se debe involucrar a las entidades afines: Impuestos Nacionales, Ministerio de Economía, Aduana Nacional, empresariado, entre otros».
Para el Gerente de la CNC–Bolivia, Gustavo Jáuregui, el tema de fondo es el sistema que radica desde 1986 con el decreto 21060. «Es entonces que nacen los dife¬rentes y principales impues¬tos que tenemos actualmente. Luego el IUE (Impuesto sobre las Utilida¬des a las Empresas) fue cre¬ado en 1996 bajo el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, pero hasta ahora no ha sido modificado. Son he¬rramientas que han quedado obsoletas, no solo para las empresas, sino para el Estado, que busca generar mayor recaudación para uti¬lizar esos recursos en obras públicas», señala.
«En materia laboral ha sido peor, porque de pronto ahí hemos encontrado excesivos abusos, mucha discrecionalidad de quienes han administrado justicia en el campo laboral», insiste Javier Bellot, presidente de los empresarios.
De hecho, mediante Ley Nº 2492 de 2 de agosto de 2003, fue promulgado Código Tributario Boliviano, el cual hasta ahora no ha tenido actualizaciones.
«En Bolivia tenemos un sistema tributario dividido en dos par¬tes: por un lado, la regula¬ción del pago de impuestos y, por otro, la norma¬tiva tributaria que concierne a la legisla¬ción. En esta parte tenemos una norma madre, el Código Tributario que, la¬mentablemente, ha quedado poco vigente para la realidad actual. Varios códigos han entrado en vigencia en una etapa muy distinta de la in¬dustrialización en el país y hoy tenemos industrias 4.0, software, tecnología; el mundo ha cambiado muy radicalmente, por tanto, nuestra norma¬tiva también debería cam¬biar del mismo modo, pero no ha sido así», explica el ejecutivo de la CNC.

Respuesta
«A partir de esta nueva gestión todo el empresariado boliviano debe tener la certeza, la seguridad jurídica, de que Impuestos Nacionales ya no va a ser una institución de persecución política», prometió el presidente del SIN, Mario Nava Morales, al tiempo de plantear la necesidad de reformar la normativa tributaria, ajustada a la nueva Constitución Política del Estado.
La autoridad realizó esas declaraciones el 9 de febrero delante los miembros de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), ante quienes presentó la exposición Resultados de la gestión 2019 y estrategias y objetivos para la nueva administración tributaria.
Pero lejos de estar convencidos de estas propuestas, la CNC asegura que uno de los problemas estructurales es que el sistema tributario de Bolivia y el Código Tributario no están acordes a la realidad de las relaciones comerciales que tiene hoy en día Bolivia con el mundo.
«Bolivia no vive aislada, más al contrario, vive relacionada con sus vecinos a través de la Comunidad Andina, el Mercosur y diferentes bloques y acuerdos de relación comercial. Somos grandes importadores de la China, tenemos relación y exportamos a Estados Unidos, exportamos a Brasil y a Argentina y a varios países más. Existe una relación comercial con el resto del mundo, donde han cambiado las formas de comerciar, y en el país también estamos haciendo lo mismo, pero lo que no ha cambiado son las reglas», reflexionó el titular de la CNC.

Soluciones
Para Marcelo Vega Ontiveros, titular del Colegio de Auditores, «hay que hacer un análisis de todas las leyes con todos los actores pasivos y activos, para que de allí emerjan las soluciones».  
Urge, además, un hospital de empresas, puesto que «hay que dar incentivo a las empresas y a los jóvenes emprendedores; hay que otorgar recursos para capacitación, para invertir e innovar. Hay tantos proyectos potenciales en el agro, la informática, la industria, etc.»
Entretanto, Jáuregui propone crear un «Régimen Especial para Emprendimientos Nuevos», porque considera que, en el sector empresarial, cuando se inicia un emprendimiento, tiene una etapa previa de por lo menos cinco años para asentarse. Por ello, en lo académico, entre cinco y siete años hace falta para poder hacer sostenible una empresa naciente, aunque también hay casos más exitosos, lo cual es relativo.

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