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Osvaldo Walter

Situación del desempleo y subempleo en Bolivia

Según una encuesta realizada, el 65% del empleo generado en Bolivia pertenece al sector informal y el 35% al empleo formal; de ello se subraya que el  Estado sólo genera 9,6% y el sector privado el 22%.

El estudio Panorama Laboral de América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que la tasa de desempleo en América Latina se situó en el 8,4% en 2017, 0,5% más que en 2016, cuando el índice era del 7,9%, lo que supuso un incremento de dos millones de latinoamericanos desempleados, pero que el año 2018 podría bajar hasta el 8,1%.

La situación en Bolivia se muestra más favorable que a nivel latinoamericano; siguiendo las siguientes cifras que publican instituciones oficiales como el Instituto Nacional de Estadística (INE), se tiene:

A nivel nacional, información oficial indica que se logró reducir la tasa de desempleo de 4,54% (2017) a 4,1% en 2018. Esta situación señalaría que Bolivia registra la menor tasa de desempleo de la región en el área urbana, en la que los demás países están por encima del 6 %, según datos del INE. 

El INE presentó, además, algunos resultados de la Encuesta Continua de Empleo en el país, que evidenciaron que las mujeres en el área urbana tienden a tener una tasa de desempleo más alta que los hombres. Los hombres registraron 4,2 % de tasa de desempleo, mientras que las mujeres alcanzaron el 4,9 % en 2017.

A su vez, el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) señaló que de acuerdo a una encuesta realizada en el eje troncal del país hace un par de años, resultó que el 65% del empleo generado pertenece al sector informal y el 35% al empleo formal; de ello se subraya que el  Estado sólo genera 9,6% y el sector privado el 22%. 

El Cedla indica que el 70% del total de los empleos generados son precarios; es decir, no cuentan con beneficios sociales ni aportes a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs). Los datos para el 2011 nos muestran que alrededor del 70% de la gente ocupada contaba con empleos inestables, remuneraciones bajas, empleos desprotegidos. 

Además, el Cedla indica que las cifras revelan que el 50% de la población desempleada en Bolivia, entre mujeres y varones, son jóvenes. Esta situación ocurre a consecuencia de la falta de oportunidades laborales en el país, pese al importante crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Se llega a la conclusión que el problema en Bolivia, no es el desempleo abierto urbano, sino el subempleo. 

 

El subempleo en Bolivia

Subempleados son aquellos ocupados que a lo largo de un período trabajan durante menos tiempo que lo normal y desean trabajar más. Su ocupación tiene al menos una de las siguientes características: genera bajo ingreso, baja productividad y desaprovecha calificaciones. 

Según el Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad), en el año 2015, el 18.4% de las mujeres de la fuerza laboral declararon estar subempleadas, siendo 8.2 % más alta que de los hombres (10.2%). La diferencia por género ha sido persistente en todo el periodo de análisis; pero en 2006 y 2011 fue expresivamente mayor, con algo más de 13%, estableció la Red de Empleo, Ingresos y Producción.

Con todo, la tendencia en ambos casos ha sido decreciente, lo que muestra la caída del subempleo, aunque asociada, en alguna medida, a la bonanza económica, dadas las características cíclicas de las variables laborales. En el año 1999, por ejemplo, el 36,3% de las mujeres y el 23,7% de los hombres de la fuerza laboral eran subempleados. A continuación, colocamos una ilustración de la Tasa de Subempleo Total por Género, 1999-2015. 

Según el Cedla a 2017, el subempleo afectaba al 20% de la fuerza laboral boliviana y que se manifestaba principalmente entre jóvenes y mujeres. Se afirma que si bien en los últimos años, el desempleo disminuyó en Bolivia, fue a costa de un crecimiento del subempleo. El Cedla afirma “El desempleo ha disminuido a costa de sacrificar la calidad del empleo, la gente se ocupa, pero sin beneficios, en condiciones precarias y en horarios no convencionales, es decir, se subemplea”. El subempleo en Bolivia se manifiesta, principalmente, entre los jóvenes, las mujeres, nuevos profesionales con alto nivel educativo.

Hace aproximadamente una década, la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (Udape) señaló que casi el 60% de la Población Económicamente Activa (PEA) estaba articulada a la informalidad y el subempleo. De 2,6 millones de personas que contaban con una fuente de empleo, 1,56 millones estaban subempleadas o tenían un trabajo informal y percibían un salario por debajo del necesario para cubrir sus necesidades. El Cedla estimó que el subempleo en Bolivia estaba hasta hace algunos años en el orden del 52% de la PEA (de diez personas, más de cinco estaban por debajo del índice de calidad laboral). 

Según el Ministerio de Trabajo, la tasa del subempleo abierta estuvo en 22%. El INE señaló que 65 de cada 100 ocupados estaban inmersos en actividades informales (trabajos por cuenta propia con empleos desprotegidos sin futura renta de jubilación, sin protección contra accidentes, enfermedades de trabajo y, en términos de seguridad social, son empleos precarios, además que los ingresos que se perciben son bajos). 

Como se observa, esta situación ha mejorado, pero no en la medida que requiere la economía de nuestro país, siendo los más perjudicados las mujeres, los jóvenes y en general los recientes profesionales.

Osvaldo Walter Gutiérrez Andrade

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