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CANIBALIZACIÓN

Canibalización de bancos a la vista

La meta impuesta a los bancos de 60% de cartera para vivienda y crédito productivo alienta una “guerra no declarada” de tasas de interés  y planes de absorción financiera

El término asusta, pero en el horizonte inmediato parece ser, inexcusablemente, lo que vendrá. Ante el difícil reto de cumplir con la meta de llegar a disponer el 60% de su cartera para vivienda social y créditos productivos hasta el 31 de diciembre de 2018, las entidades financieras se verán obligadas a bajar las tasas de interés y, lo que es peor, tendrán que “robar clientes”, lo que supondrá un proceso gradual de “canibalización financiera”, que derivará en la “absorción de entidades vulnerables y de capitales constreñidos”.
De hecho, comenzó a circular, en los últimos meses, información que señala que un banco grande y de antigüedad, está en aprestos para comprar las acciones a otra entidad financiera pequeña, que en los últimos meses comenzó a reducir costos operativos, para lo cual apeló a despido y retiro forzoso de personal.
Hasta enero de 2018, “el objetivo casi imposible estaba en un 55% de cumplimiento, el equivalente a 11.000 millones de dólares”, precisa el analista financiero Jorge Velasco para respaldar una posición dura, pero alineada a una realidad económica que vive el Estado.
Este año, los bancos múltiples deben alcanzar la meta de 60% de su cartera, entre créditos productivos y de vivienda social. El Banco Unión, del cual el Estado es accionista mayoritario, llegó al 67% y la entidad financiera Fassil, de capitales privados, llegó al 60%, según informaba el mes pasado el viceministro de Servicios Financieros, Oscar Ferrufino.
De acuerdo con la Ley de Servicios Financieros, promulgada en 2013 y reglamentos en un lapso de cuatro años, los bancos múltiples deben mantener un mínimo del 60% de su cartera, entre créditos productivos y de vivienda social.

Otros bancos
La información oficial señala que a otras 10 financieras sólo les falta entre siete puntos y un punto para cumplir el objetivo.
Así, el BancoSol y el BNB están con el menor nivel, 53% de cumplimiento. “El Banco Bisa está con 59%, le falta un punto para que durante todo este tiempo pueda cumplir. Al Banco de Crédito le falta 3% y así sucesivamente en los otros bancos”, precisaba Ferrufino.
Otros bancos que están cerca del nivel son el de Crédito, Prodem y Mercantil Santa Cruz.
Por ahora, Ferrufino descarta una ampliación en el plazo de cumplimiento de las metas, porque en su criterio los bancos están en condiciones de alcanzar los topes durante todo el año.
En el caso de los bancos pyme, hasta fin de año deben alcanzar una meta de 50% de todos sus préstamos concentrados en pequeñas, medianas y microempresas del sector productivo.
En este sentido, hasta enero, el banco Ecofuturo ya cumplió con el tope de 50% y el Banco de la Comunidad está en 44%, refiere la información oficial.


Entre optimismo y frustración
Según Velasco, la cartera total de créditos de la banca, al ritmo de los últimos años ($us 2.400 millones), llegará hasta fin de año a $us 22.400 millones.
De este monto, el 60%, el equivalente a $us 13.440 millones, tendrán que ser destinados a cumplir las metas propuestas por el gobierno, es decir que la banca debería crecer al 100% sólo en cartera productiva, que equivale a $us 2.440 millones, sin dejar de atender la demanda crediticia del sector comercio y de servicios, apeló a cifras el analista.  
Hasta el momento, existen bancos que han cumplido sus metas intermedias y que podrían llegar al 60%, sin embargo, hay otras entidades múltiples y pymes que será imposible lleguen a esta meta, subraya el experto.
Si así es la realidad, habrá bancos que incumplan y serán pasibles a sanciones, según el reglamento de la ASFI, de acuerdo a lo establecido en el régimen de sanciones, advierte.
Otra es la visión que tiene al respecto el gobierno. El Viceministro de Pensiones y Servicios Financieros, Oscar Ferrufino, señala que la Ley de Servicios Financieros a enero de 2018, dinamizó el aparato productivo que se tradujo en un crecimiento sostenido de la cartera financiera.
“La cartera productiva del Sistema Financiero se incrementó en 1.520  millones de dólares de enero de 2017 a enero de 2018”, asegura la autoridad.
Del total de la cartera productiva, $us 3.465 millones (39%) están destinados al microcrédito, $us 3.347 millones (38%) al sector empresarial y $us 2.031 millones (235) a las pequeñas y medianas empresas (Pymes).
En cuanto se refiere a los préstamos productivos, éstos fueron destinados en un 46,7% a Santa Cruz, 23,1% a La Paz y 18,6% a Cochabamba.

¿Bancos ganan bien?
A su turno, el secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Bancos (Asoban), Nelson Villalobos, puso los puntos sobre las íes y aclaró lo que el gobierno siempre menciona: “los bancos ganan y bien”.
“La estigmatización de las utilidades de la banca ha generado desinformación en la población, ya que si bien se generaron utilidades, también se pagaron impuestos y se reinvirtieron en los bancos, permitiendo así expandir el crédito del modo observado”, declara.
Según Asoban, en 2017, la banca originó utilidades por $us 298 millones, 2% menos que el año anterior, resultado que según lo muestran los Estados Financieros, responde principalmente a la mayor presión sobre el margen financiero que ejerce el gobierno.
Otro indicador que se ha visto afectado es la rentabilidad sobre patrimonio, que ha pasado de 15,32% a diciembre 2016 a 13,21% a octubre 2017 en los bancos múltiples, principalmente afectada por la competencia por ganar clientes y la disminución de las tasas activas  a las que son colocados los préstamos al sector productivo y de vivienda social. Lo bueno es que las grandes empresas productivas han recibido créditos a tasas muy bajas, incluso del 3,5% anual, mencionó números a su vez Velasco.
El secretario ejecutivo de Asoban recalca que los resultados de la banca, “son producto de distintos factores, como la eficiente gestión que se ha impulsado, de acuerdo con estándares nacionales e internacionales, sin dejar de lado el favorable contexto económico, que benefició al país y a muchas industrias”.

Las tasas de interés
Las metas impuestas implicaron para el sistema “esfuerzos adicionales, año tras año”, reconoce el secretario ejecutivo de Asoban, como evidencia de que las cosas no están como afirma el gobierno: una Banca en crecimiento y con utilidades vertiginosamente en franco despegue. “El sector productivo es limitado, así como los prestatarios calificados, es por ello que se observa menor crecimiento en número de prestatarios”, apunta Villalobos.
Si uno le pone una meta y además le fija una tasa, hace que ese sector tenga un primer problema al frente: “la imposibilidad de sostener en el tiempo la cartera”, alertó Velasco.
En la medida que vaya pasando el tiempo, los bancos que están por incumplir, van a bajar tasas, y se van a traer otra cartera, porque no hay crecimiento de la torta productiva debido a múltiples factores ajenos a la voluntad de sector, como la rigidez del tipo de cambio, incertidumbre en cuanto a la seguridad jurídica, desaceleración del crecimiento de la economía, en síntesis, achicamiento del aparato productivo, enumeró los problemas el analista financiero.
La directora de la Autoridad de Regulación del Sistema Financiero (ASFI), Lenny Valdivia, descarta que el sistema pueda enfrentar una eventual “guerra de tasas de interés” para que los bancos del sistema puedan alcanzar  y cumplir la meta del 60% de la cartera destinada a vivienda social y créditos productivos.
“Si existiera la guerra de tasas de interés a la que se alude, la rentabilidad de las entidades no estaría por encima del promedio de los países de la región”, asegura la máxima autoridad regulatoria del sector en entrevista con Libre Empresa vía cuestionario.
Sin embargo, y es importante mencionarlo, la autoridad puso al descubierto la existencia de tasas de interés no reguladas y sujetas a la especulación financiera. No precisó números y menos expuso bajo qué condiciones se aplican en el sistema.
Rige “(una) leve diferencia entre la tasa de interés máxima establecida para los créditos regulados y la tasa de interés que efectivamente están cobrando las entidades financieras”, añade.
¿Verdad o mentira? Aunque Villalobos no hizo referencia directa al tema, la autoridad bancaria, sin embargo, deslizó implícitamente que el sistema está manejando opciones o, lo que llama, “medidas o acciones” que los bancos podrían tomar en caso de no alcanzar las metas propuestas por el gobierno.
“Es prematuro adelantarse a qué medidas o acciones podrían tomarse en caso de no alcanzar las metas, ya que los bancos mantienen su intención de alcanzarlas y sus esfuerzos han sido tales que, incluso se redujo considerablemente el crecimiento de la cartera no productiva, desatendiendo en algunos casos a sectores de comercio y servicios, los que son importantes para la cadena de pagos y el crecimiento de la economía, pero que dada la normativa son calificados como no productivos”, explica.  
Valdivia fue clara y contundente con respecto a una posible “canibalización financiera”. “En la actualidad, las entidades no están experimentando una guerra de tasas muy distintas a las que experimentarían si no se hubiesen establecido niveles máximos para éstas”, aclara la autoridad, aunque no descarta que, a mediano plazo, la situación podría cambiar radicalmente.

Sostenibilidad, el desafío
¿Los bancos incumplirán compromisos y congelaran los créditos de las líneas de crédito contratadas con empresas del sector comercial y servicios?
¿Los bancos que ya saben que no llegarán a la meta impulsarán su crecimiento en cartera comercial y servicios que les permita colocaciones a mayor tasa y generar mayores ingresos para cubrir las sanciones?
¿A qué fuentes de créditos alternativas recurrirán las empresas del sector comercial y servicios?
¿Los bancos atenderán a las empresas comerciales y de servicios a través de sus empresas relacionadas recurriendo al mercado de valores?
¿Los bancos desatarán una guerra vía tasas para comprarse cartera y así cumplir su meta?
¿Los bancos flexibilizarán su análisis de riesgo crediticio para llegar a sus metas de crecimiento?
¿Algunos bancos se achicarán para cumplir la meta productiva?

Estas son algunas interrogantes que lanza Velasco a modo de reflexión de que la meta impuesta por el gobierno está lejos de mostrar sostenibilidad en el tiempo y responda a políticas económicas serias en el Estado.
Otro tema que complica aún más este panorama es la reducción del ritmo de crecimiento de los depósitos bancarios, lo que ha significado un menor nivel de liquidez del sistema bancario, que en los últimos años se ha ido reduciendo, dice Velasco.
Por tanto, los bancos para cumplir sus metas de crecimiento de cartera tendrán que elevar sus tasas pasivas y salir al mercado para captar mayores depósitos.
En este caso, queda la interrogante si el gobierno volverá a reducir la tasa de encaje legal como lo hizo el 2017.   
Como se mantendrá la política de techos en las tasas de préstamos al sector productivo y de vivienda social y, además, subirán las tasas de los depósitos para lograr mayores captaciones, entonces el margen será menor y la banca se verá afectada en sus niveles de rentabilidad.
“Esta reducción de los márgenes obligará a los bancos a seguir ejecutando políticas de eficiencia operativa para reducir gastos de explotación y operación, lo que afectará a la política de expansión de las redes de oficinas bancarias y la contratación de más empleados”, advierte el analista financiero.

Crédito de Vivienda

Desde la promulgación del DS N°1842 (diciembre de 2013) que establece el Crédito de Vivienda de Interés Social, hasta enero de este año, 54.117 familias han sido beneficiadas gracias a la Ley de Servicios Financieros, asegura Ferrufino.
En enero de 2017, los créditos para vivienda de interés social llegaban a $us 1.707 millones, sin embargo a enero de 2018 el monto llegó a $us 2.440 millones.
El 51,2% de los recursos otorgados para vivienda de interés social fue destinado a la compra de casa, 19,7% a la compra de departamento, 16% a la construcción de vivienda, el 7,1% a refacción y remodelación y  3,4% destinado a la compra de terrenos para construcción.

Nelson Villalobos, director ejecutivo Asoban:
“Las metas impuestas implicaron para el sistema esfuerzos adicionales, año tras año… El sector productivo es limitado, así como los prestatarios calificados, es por ello que se observa menor crecimiento en número de prestatarios”.

Lenny Valdivia, directora de la ASFI:
“En la actualidad, las entidades no están experimentando una guerra de tasas muy distintas a las que experimentarían si no se hubiesen establecido niveles máximos para éstas”.

Jorge Velasco, analista financiero:
“Otro tema que complica aún más este panorama es la reducción del ritmo de crecimiento de los depósitos bancarios, lo que ha significado un menor nivel de liquidez del sistema bancario, que en los últimos años se ha ido reduciendo”.

Edwin Miranda V. / La Paz

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