La minería no crece y los altos precios alejan divisas
La autoridad gubernamental del sector lamenta que el proceso de reestructuración de la minería estatal se haya detenido y atribuye esa situación a malos entendidos surgidos en la dirigencia de los trabajadores mineros.
En los últimos cinco, años la inversión en minería no superó los $us 350 millones de dólares, lo que puso en evidencia la importancia que el Gobierno nacional asignó al sector, refieren datos procesados por la Fundación Jubileo y refrendados por los exministros de Minería, Dionisio Garzón y Jorge Espinoza.
De lejos, la inversión privada superó a la pública, a pesar que el sector se halla dentro de lo que llamó el Gobierno de Morales: “nacionalización de la minería”, enfatiza Garzón.
Este slogan, sin embargo, sólo sirvió para propaganda, observa, pues en los hechos, el 75% de la actividad minera continúa en manos del sector privado, y sólo el saldo, es decir 25%, se halla bajo dominio del Estado, apuntó a su vez Espinoza.
Esta cruda realidad también fue admitida, aunque con matices orientados a justificar lo que pasó hasta ahora en el sector, por el Presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), José Pimentel y el propio ministro de Minería, César Navarro.
Baja ejecución
Así, por ejemplo, Comibol ejecutó, en promedio, menos del 50 por ciento del presupuesto asignado para 2017, reveló Pimentel. Es más, la autoridad que hoy regenta la empresa estatal llamada a liderizar el despegue del sector minero, destaca que el año pasado se programó un paquete de siete proyectos que contaban con un presupuesto total de Bs 23 millones, pero sólo se utilizaron 10 millones.
¿Qué paso? “Hay plata pero no hay capacidad de cumplir con la ejecución”, reconoce Pimentel, casi al término de su informe anual, en la que también refirió la baja ejecución de los proyectos que presentó individualmente. Muchos de ellos no serán sostenibles y dependerán de nuevos recursos que se asignen a Comibol, anticipa la autoridad minera.
Ante este panorama, propone la necesidad de ingresar a una etapa de reestructuración, no sólo de la Comibol, sino de todo el sector en su conjunto.
Obreros cuestionan
Pero esta iniciativa no tiene apoyo de los trabajadores. De hecho, este proceso fue cuestionado por los propios obreros, supuestamente por malos entendidos surgidos a raíz de un proyecto de decreto que aparentemente disponía la “relocalización de centenares de trabajadores” a título de “reingeniería institucional”, señala Pimentel en contacto con LIBRE EMPRESA.
El presidente de la Comibol participó en la Rendición de Cuentas que ofreció el Ministerio de Minería y Metalurgia en enero. En la oportunidad, Navarro ofreció cifras de la actividad minera y la recuperación de los precios internacionales, pero no asignó certidumbre para el arribo de inversiones mineras frescas para el sector.
Reestructuración
El ministro del sector lamenta que el proceso de reestructuración de la minería estatal se haya detenido y atribuye esa situación a malos entendidos surgidos en la dirigencia de los trabajadores mineros. Afirma que el actual secretario general de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia, Orlando Gutiérrez, fue uno de los dirigentes que cuestionó la propuesta gubernamental.
A su vez, Pimentel reconoce las cifras de la Corporación y admite que en su condición de presidente del ente estatal no pudo lograr mayores resultados de gestión.
Explica que la actual estructura administrativa y/o operativa influyó de manera adversa en los propósitos de hacer de Comibol un holding, lo que impidió cumplir con las metas estratégicas. Pimentel señala, por ejemplo, que una sola gerencia técnica no puede controlar más de 20 proyectos que se tienen en marcha.
“Para superar estos problemas, la autoridad insistió en la necesidad de transformar la estructura de la entidad que preside para convertirla en una eficiente empresa corporativa, capaz de asumir los retos de la nueva ley minera y el rol que le asignó el Gobierno para constituirse en un pilar del desarrollo nacional”, señala.
Pimentel retomó la frustrada reestructuración de la empresa y advierte que, “si no se avanza en la reestructuración, Comibol no podrá asumir sus responsabilidades, tampoco ofertar proyectos atractivos a la inversión privada nacional y externa”.
Distribución de concesiones
La Corporación Minera de Bolivia (Comibol) se encuentra en la última posición en lo que se refiere a la tenencia de concesiones mineras.
Según datos del Ministerio de Minería y Metalurgia, el sector privado tiene a su cargo 3.177 concesiones, las cooperativas 868 y la empresa estatal, tan sólo 458, aunque no las opera.
Asimismo, las unidades productivas tampoco pudieron ejecutar el presupuesto asignado la pasada gestión. Por ejemplo, la Unidad Productiva Azufre Capuratas tuvo recursos asignados por valor de Bs 6.141,521, pero el porcentaje con el que terminó la gestión llegó sólo a Bs 2.985.816, o sea 49%.
Telamayu
La misma situación presentó la Fundición Bismuto de Telamayu, en el departamento de Potosí, a la que se le asignó el presupuesto de Bs 8.125.190, pero sólo logró ejecutar Bs 2.122.067, o sea 26%.
Como el indicado, hay varios proyectos de prospección de baja ejecución, como el denominado La Cruz (oro), en la Provincia Ñuflo de Chávez, en el Departamento de Santa Cruz, o Calera Carlos Machicao, en la Provincia Antonio Quijarro, departamento de Potosí.
Burocracia
El ministro de Minería también fue crítico al indicar que no basta con exponer cifras, sino hay que ejecutar lo que se planifica, y que la burocracia fue uno de los obstáculos que impidió que los recursos se inviertan.
Al respecto, Espinoza alertó recientemente la falta de nuevos proyectos en el sector, y la falta de capacidad gerencial de las entidades estatales, por lo que sugirió incentivar la inversión privada.
