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análisis

La economía de Bolivia en 2017, proyecciones y perspectivas 2018

La desaceleración económica de Bolivia, también denominada ralentización del crecimiento económico o enfriamiento económico, comenzó desde el año 2014. Esta nueva etapa económica es oficializada en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2017, que programó un crecimiento económico de 4,8 por ciento, menor en 0,26 puntos porcentuales al promedio 2006-2016. Al segundo trimestre de 2017 registró 3,94 por ciento, que significa un ratio de 0,82 del programado, dato que confirma la tendencia declinante.
La tasa de inflación registrada acumulada a 11 meses de 2017 es baja, menos de lo programado, mientras el resultado fiscal esperado es 6,57 por ciento y el gasto consolidado a mayo 2017 representa un 22 por ciento respecto al programado (ver cuadro 1).

Durante ocho años (2006-2013) con superávit fiscal acumulado de 14,5 por ciento respecto al PIB y acumulación de ahorro público, pero durante cuatro gestiones (2014-2017) con déficit fiscal acumulado de 22,6 por ciento del PIB, y desahorro del sector público, resulta que nos quedamos sin espacio fiscal para políticas públicas con fundamentos y principios económicos.
Después de ocho años de superávit mellizos (superávit fiscal y superávit de balanza comercial), Bolivia ingresó al sendero de los déficits mellizos (déficit fiscal y déficit de balanza comercial), que significa financiar los desequilibrios interno y externo con desahorro y endeudamiento del sector público.

Escenario para 2018
El PGE 2018 consideró un precio del petróleo de $us 45,50/barril, nivel inferior en $us 0,26 respecto al PGE 2017, que afecta negativamente a las exportaciones, reservas internacionales netas, ingresos fiscales, depósitos bancarios y la actividad económica del país.
El crecimiento económico de 4,7 por ciento menor en 0,34 puntos porcentuales; tasa de inflación de 4,49 por ciento, menor en 1,75; elevado déficit fiscal de 8,32 por ciento, mayor en 7,92 puntos porcentuales para el 2018 respecto al promedio 2006-2017, son datos que ratifican la declinación de la economía (Ver cuadro 2).

Contexto internacional
El crecimiento económico mundial al año 2017 es favorable y se espera un 3,6 por ciento, superior en 0,4 puntos porcentuales respecto al 2016, que se explica por el dinamismo de las economías de China, Alemania, España y leve impacto de los anuncios y gestión económica del presidente Donald Trump.  
Para el 2018 las expectativas son positivas y se proyecta un crecimiento económico de 3,7 por ciento, porque se espera que los países emergentes mejoren su dinamismo en 0,1 por ciento adicional al esperado el 2017 y compense la caída de los países avanzados en la misma proporción.  
Aún el crecimiento es débil y la inflación baja, por debajo de la meta programada. Las materias primas, sobre todo combustibles, han sufrido un golpe duro, de tal manera que los países dependientes de su exportación continúan adaptándose, unos ajustando gastos a sus ingresos y otros manteniendo gastos a ingresos menores.
En cuanto a la diferencia de desahorro público y endeudamiento público, apuestan por generar nuevos ingresos con inversión pública, esperando que los mercados internacionales sean favorables, como viene gestionando nuestro país con la venta de urea, electricidad, litio, turismo, etc.  

Políticas públicas
La principal medida es lograr una alianza público-privada y consensuar una agenda económica 2017-2019 entre el Presidente y Vicepresidente del Estado Plurinacional con miembros de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia y los trabajadores, para la inversión, la generación de empleo, nuevas actividades empresariales en todos los sectores económicos, que contribuiría a un mayor crecimiento económico de nuestro país.
Establecer un clima amigable y de incentivos para atraer a la Inversión Extranjera Directa (IED) que beneficie a nuestro país desde la transferencia de conocimiento, tecnología, formación de capital humano boliviano hacia la economía digital.
Asimismo, establecer una gestión de política fiscal en un contexto de escasez de recursos públicos. asignando gasto con recursos genuinos (impuestos) destinado a una administración de gestión por resultados y estricta disciplina fiscal.

Ajustes del empresariado
En general, las empresas lograron desenvolverse aceptablemente en términos relativos de un período de bonanza a una de crisis y deben continuar de esa forma hacia adelante.  
Durante el período 2003-2013 reinvirtieron sus utilidades en sus empresas, lo que les permitió lograr utilidades elevadas y posteriormente 2014-2017 ajustaron sus costos para evitar que su costo variable medio supere el precio de su producto y lo consiguieron.  Tienen que continuar ajustando sus costos, mejorar su productividad y ser creativos, para mejorar la competitividad y ventaja respecto a las empresas extranjeras.
Para 2018, es básico lograr la alianza público-privada y comenzar con la supresión de las cuotas de exportación y la apertura de nuevos mercados para nuestros productos exportables, además de evaluaciones periódicas sobre el contexto externo y los procesos de reformas tributarias que se vienen realizando en varios países, con el objetivo de reducción de los impuestos destinados a beneficiar a sus empresas, además de la inversión extranjera.

*Economista, miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas, docente de la UCB e Investigador del Instituto de Investigaciones Socio Económicos (IISEC) de la UCB.

 

Germán Molina Díaz

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